Tu casa es tu refugio. Después de un largo día de trabajo, lo único que queremos es acurrucarnos y relajarnos en nuestra cómoda casa. Al fin y al cabo, es el lugar donde podemos sentirnos seguros y tranquilos cuando el mundo nos parece demasiado abrumador. Sin embargo, para que nuestro hogar sea más relajante, es útil intentar aportar algo de paz y tranquilidad a nuestro espacio vital.
Sin embargo, la mayoría de las veces estamos tan consumidos por las responsabilidades de la vida que acabamos desordenando o desordenando nuestros espacios vitales. La buena noticia es que transformar tu casa en un refugio confortable no es tan difícil. Algunas decisiones prácticas de diseño pueden contribuir en gran medida a crear un ambiente más tranquilo y sereno en tu casa. A menudo no nos damos cuenta de que un espacio bien diseñado y lleno de objetos que te gustan o te relajan puede ser tranquilizador y ayuda a aliviar el estrés.
Aquí hemos enumerado algunos consejos prácticos que pueden ayudar a que tu casa sea más relajante.
Introducir velas aromáticas en toda la casa será una forma maravillosa de hacer que los espacios parezcan más relajantes. Las velas o los aceites esenciales desprenden olores con propiedades calmantes. Además, los olores tienen el poder de captar ciertos sentimientos y transportar nuestra mente a diferentes periodos felices de nuestra vida, proporcionándonos el mejor medio para relajarnos y desconectar.
La rosa, la lavanda, el jazmín, el sándalo, la manzanilla y la vainilla son algunos de los aromas que te ayudarán a sentirte tranquilo y relajado. Puedes encender las velas en la cocina y el salón por la mañana y dejarlas encendidas hasta la noche. El cuarto de baño y el dormitorio también son dos lugares en los que puedes utilizar velas aromáticas para crear un ambiente sereno.
Una nueva capa de pintura en un color calmante puede hacer maravillas para cambiar el estado de ánimo de una habitación o casa. Utilizar una paleta de colores neutros y relajantes en tu espacio vital, de hecho, será una forma estupenda de aportar equilibrio y paz a tu hogar. El verde y el azul claro suelen considerarse los colores más relajantes, probablemente por su estrecha relación con la naturaleza.
Intenta evitar los colores brillantes, como el rojo o el amarillo, ya que las tonalidades demasiado vivas o muy contrastadas tienden a sobreestimular la mente y el cuerpo. En cambio, los tonos neutros y apagados son más agradables a la vista.
Incluso puedes optar por decorar tu casa con blanco o tonos neutros claros como el crema, el blanco roto o el grisáceo. Si añades algunos tonos de amarillo desvaído, bronceado pálido o dorado, crearás más calidez.
3. Lleva la naturaleza al interior
La mayoría de nosotros nos sentimos relajados cuando estamos rodeados de naturaleza. Por eso la naturaleza es la inspiración decorativa ideal para la mente serena.
Puedes empezar por añadir plantas a tu casa para darle más vida. No sólo son una gran herramienta de decoración, sino que además dejarán tu casa fresca y purificada. Pero lo más importante es que los vibrantes colores de las plantas y las flores seguro que levantarán tu estado de ánimo a la vez que darán a tu casa una sensación cálida y acogedora.
No coloques las plantas sólo en las barandas de las ventanas: puedes colocarlas en todas las habitaciones si lo deseas, desde el dormitorio hasta el baño. Si no tienes experiencia en jardinería, puedes optar por algunas plantas de interior de bajo mantenimiento que te ayudarán a transformar tu casa en un refugio tranquilo.
Elige una gama de tejidos suaves para dar a tu decoración un aspecto y una sensación relajantes. Los tejidos acogedores, como los de punto, el terciopelo y el ante, funcionan bien en este sentido. Las fundas sueltas, las cortinas ligeras y los cojines suaves aportarán sin duda algo de calma a cualquier habitación. Lo mejor de estos complementos es que son relativamente baratos y no tendrás que preocuparte mucho por tu presupuesto.
También puede hacer un esfuerzo por cambiar las alfombras, los cojines y las mantas de su casa, ya que tienden a deshacerse con el tiempo. Intenta elegir una variedad de formas y tamaños para tus almohadas y muévelas regularmente para darle a tu hogar un aspecto más diverso.
5. Aprovecha la luz natural
Si crees que tu dormitorio o tu salón están un poco apagados, prueba a añadirles luz natural, es una forma estupenda de cambiar su estado de ánimo. Abre las persianas y disfruta de la luz del sol que entra a raudales. Muchos estudios han demostrado que la luz natural mejora nuestro estado de ánimo, aumenta los niveles de endorfinas y crea un ambiente relajante.
Abrir las ventanas es una forma fácil y gratuita de levantar el ánimo de su casa. Incluso puedes colgar un espejo en la pared opuesta a una ventana para reflejar los rayos alrededor de la habitación y así conseguir que entre más luz.
Para las noches, utiliza bombillas que proyecten una luz suave y cálida. No serán lo mismo que la luz natural, por supuesto, pero siguen proporcionando un ambiente cálido y acogedor en el hogar.
6. Muestra productos frescos en la cocina en lugar de aparatos
La mayoría de las cocinas suelen estar abarrotadas de cubiertos o de una serie de artilugios que le dan un aspecto cargado e incómodo. Para que tu cocina resulte más acogedora, despeja el desorden y coloca una bandeja con frutas o verduras frescas sobre la mesa. Esto también añadirá más frescura a tu cocina y hará que parezca visualmente organizada. Tener objetos como una tostadora o una cafetera en la isla o en la encimera de la cocina le da un aspecto poco atractivo.
Esto puede sonar obvio o tópico, pero te sorprendería lo efectivo que puede ser. Coge algunas de tus mejores fotos familiares, enmárcalas y cuélgalas en distintas partes de la casa en las que pases tiempo con frecuencia. La cuestión es que rodearse de recuerdos felices y de los rostros que quieres ayuda a crear un ambiente tranquilo y añade un poco de calidez a tu hogar. Ver las imágenes de tus seres queridos en tu línea de visión diaria te levantará el ánimo cuando estés deprimido y te hará sentir feliz y cómodo también a nivel subconsciente.
Si no quieres abarrotar tus paredes con demasiadas fotos, puedes incluso guardar algunas de ellas en álbumes o cajas de fácil acceso.
8. Crea una zona de confort
Manten un espacio designado en su casa sólo para tu relajación. No hace falta que reserves una habitación; basta con que elijas un lugar acogedor que te guste en general. Puedes personalizarlo con el tipo de actividad relajante que te guste: lectura, música o incluso meditación.
Coloca una silla cómoda en ese lugar y asegúrate de que recibe mucha luz. Sin embargo, asegúrate de no abarrotar el espacio con demasiadas cosas que puedan distraerte. Lo ideal es que esta zona de confort sea luminosa y contenga las cosas que vas a necesitar. También puedes añadir algunas piedras de río lisas en una pequeña cesta. Funcionarán bien como decoración y también pueden servir como accesorios de meditación.
9. Despejar y ordenar
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Aunque puedes hacer varias adiciones a tu casa para hacerla más relajante, realmente no harán mucha diferencia si tu lugar está siempre desordenado. La verdad es que ni siquiera nos damos cuenta de lo mucho que nos afecta el desorden visual a nivel subconsciente. Tu mente no estará totalmente tranquila si tienes la ropa esparcida por el salón o una pila de platos sin lavar en el fregadero. Una casa desordenada emite vibraciones negativas, por lo que debes esforzarte en ordenarla cada día.
Así que cuelga la ropa, lava los platos, quita el polvo de las persianas y ordena las mesas y las cómodas. Acostúmbrate a ordenar las habitaciones al final del día para que tu casa parezca un santuario limpio, fresco y despejado. Con el tiempo, estas pequeñas acciones harán de tu casa un lugar más agradable.
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