Lo que quizá sea menos evidente es que un jardín sin agua también requiere menos desbroces y recortes, y el uso de fertilizantes y pesticidas también es drásticamente menor.
Naturalmente, esto hace que un jardín seco sea más económico y sostenible que cualquier otro. Y tampoco hay que subestimar la estética de "campo de flores silvestres" que pueden tener estos jardines.
Una guía para planificar tu jardín seco
Cada jardín resistente a la sequía tiene un aspecto diferente. Como ningún otro, este enfoque de jardinería tiene en cuenta su clima. Por lo tanto, tu jardín puede parecer un campo de flores silvestres, un jardín de rocas con suculentas y hierbas decorativas, o un jardín de grava muy mediterráneo, dependiendo de dónde vivas y de la estética que busques.
A continuación, esbozamos los principios principales de la planificación de un jardín seco y ofrecemos varias recomendaciones de plantas hermosas al final.
1. Conoce el terreno como la palma de tu mano
Conocer el clima de tu zona y tu terreno concreto es la clave para tener éxito en un jardín sin agua. Si no estás seguro de qué plantas son resistentes en tu zona. Una vez que conozcas la zona de crecimiento de tu localidad, podrás elegir las mejores plantas para ti.
Además, ten en cuenta las condiciones de sol de tu jardín: ¿tienes exposición al sur o al oeste?
¿Cuánto llueve normalmente en la zona?
¿Qué tipo de suelo tiene: limoso, arenoso o calcáreo?
Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a crear la paleta de plantas definitiva para tu jardín.
Siempre que sea posible, trabaja con las condiciones naturales de tu jardín en lugar de aumentar el suelo. La única excepción a esta regla se refiere a las zonas del jardín donde el agua se acumula y permanece. Esto puede sonar contradictorio, pero el suelo tiene que ser de libre drenaje para soportar un jardín sin agua. Por tanto, las zonas demasiado húmedas deben aumentarse con un material drenante, como la grava o la arena.
2. Presta atención a la luz
Supongamos que has comprobado que tu jardín está orientado al sur. Antes de asumir que esto significa que todas tus plantas reciben pleno sol, tómate un tiempo para examinar realmente las condiciones de luz en tu jardín por la mañana, al mediodía y por la tarde. Camina por el jardín a diferentes horas del día y trata de ver si alguna zona del jardín recibe sombra parcial de los árboles o de las estructuras circundantes.
Si plantaras plantas amantes del sol en una zona de sombra, morirían independientemente de la exposición al sur en general. Y viceversa: tal vez puedas cultivar una planta amante del sol en un jardín orientado al norte con mucho espacio abierto.
La estética también juega un papel importante. "También hay que observar dónde cae la luz en el jardín, ya que puede ayudar a decidir dónde plantar ciertas plantas, como las hierbas, que quedan fabulosas iluminadas por el sol", explica la diseñadora de jardines Sue Townsend a Homes and Gardens.
3. Reduce el tamaño del césped
Considera reducir la superficie de césped. Un césped tradicional es la parte del jardín que más agua necesita, así que te aconsejamos que reduzcas la superficie de césped al mínimo si quieres que tu jardín requiera menos mantenimiento.
Para empezar, identifica las zonas más transitadas que requieran más mantenimiento o tengan un aspecto irregular, y trabaja a partir de ahí. Y recuerda: reducir el tamaño del césped puede hacerse de forma inteligente y estética, sin que haya parches desnudos en tu jardín. Piensa en los jardines japoneses tradicionales, con sus jardines de rocas y caminos de grava, que están considerados como uno de los jardines más bonitos del mundo.
En lugar del césped, utiliza terrazas de piedra, caminos de grava o ladrillo, patios de madera o incluso estanques y fuentes artificiales para añadir interés visual y textura a su jardín. Las plantas que crecen de forma natural en zonas rocosas complementarán aún más su jardín de rocas y le darán un toque de color. Suelen ser plantas amantes del sol, como suculentas, hierbas decorativas, sedums e incluso hierbas como el romero y la lavanda española.
También puedes sustituir el césped por una combinación de plantas tapizantes, como el tomillo rastrero o la oreja de cordero, y plantas perennes más altas y densas, arbustos y hierbas ornamentales.
Artículo relacionado: Consejos Para Dedicar Menos Tiempo Al Cuidado y Mantenimiento Del Césped
4. Los mejores materiales para las ideas de paisajismo del patio trasero
Utilizar materiales locales y de origen natural es la mejor opción -tanto para tu cartera como para el medio ambiente-, ya que te permitirá reducir los costes de fabricación y envío. Para mejorar el drenaje del suelo, puedes utilizar cualquier tipo de piedra suelta, grava, arena u hormigón triturado. Los mismos materiales pueden utilizarse para el acolchado y el revestimiento de los caminos. El equilibrio entre las plantas y la piedra es una hermosa característica presente en muchos jardines secos tradicionales, ya sea el jardín mediterráneo o el japonés.
Cubre los alrededores de la planta con grava como mantillo. Esto tiene varios usos. En primer lugar, "encierra la humedad en la tierra de abajo en verano", dice la diseñadora de jardines Jane Gates. Al mismo tiempo, la grava ayuda a mantener la humedad lejos de la planta y protege el jardín de las malas hierbas. En invierno, la grava también mantendrá el calor en el suelo, permitiendo que las plantas sobrevivan al frío. Por ello, es muy importante utilizar algún tipo de mantillo que drene bien.
5. Deja que los arbustos y árboles enmarquen tu jardín
Un enfoque eficaz para planificar con éxito un jardín sin agua es apoyarse en elementos verticales que proporcionen estructura a tu jardín. Pueden ser arbustos o árboles pequeños que no proyecten demasiada sombra. "Empieza con una columna vertebral de arbustos para tener una estructura durante todo el año y selecciona sólo árboles que no proyecten una sombra densa", recomienda Asa Gregers-Warg.
6. Las raíces profundas son la clave del éxito
¿Deseas reducir el riego al máximo? La mejor manera de hacerlo es fomentando el crecimiento de las raíces. La lógica es sencilla: cuanto más largas sean las raíces, mejor absorberán las plantas la humedad de las profundidades del suelo. Para conseguirlo, plántalas pequeñas. Las plantas jóvenes están en su fase de crecimiento activo, lo que les da más posibilidades de desarrollar un sistema radicular largo y sano.
Antes de plantar una nueva plantita, prepara el terreno rompiendo y aireando la tierra. Esto facilitará la expansión de las raíces. Mientras la planta se establece, riégala en profundidad pero de vez en cuando, ya que esto favorece aún más el desarrollo de las raíces.
7. Selecciona plantas tolerantes a la sequía
La elección de las plantas es fundamental para el éxito de un jardín tolerante a la sequía, al igual que la forma de cuidarlas. Los expertos en jardines secos recomiendan regar en profundidad mientras la planta se establece. Una vez establecida, comienza a regar con moderación y sin enriquecer el suelo.
En cuanto a la combinación de plantas, elegir especies que crezcan naturalmente juntas en climas secos y cálidos es siempre una apuesta segura. La repetición de colores y texturas similares en todo el jardín ayudará a guiar la mirada y dará a tu jardín un aspecto más cohesionado.
Pasemos ahora a nuestras recomendaciones de plantas favoritas (por fin) para tener en cuenta: todas ellas se mezclan y combinan muy bien:
Alcachofa ornamental (Cynara cardunculus)