Parte 1: Cómo evitar un ataque
1. No te dejes llevar por el pánico
Hay algo de cierto en el adagio que afirma que los perros y otros animales pueden "sentir el miedo". Si te agitas y corres o gritas, puedes dar más confianza al perro o, lo que es peor, puedes parecerle amenazante. No quieres encontrarte en ninguna de estas situaciones.
2. Manténte rígido e inmóvil
Si un perro agresivo se acerca, quédate quieto con las manos a los lados, como un árbol, y no le mire a los ojos. En la mayoría de los casos, el perro perderá el interés y se alejará.
- No agites los brazos ni dé patadas con las piernas, ya que el perro puede ver estas acciones como una amenaza.
- No establezcas contacto visual, ya que puede provocar que el perro se abalance sobre ti.
- Pónte de lado del perro y manténlo en tu visión periférica. Esto indicará al perro que no eres una amenaza.
- No abras las manos ni los brazos para que te muerdan extendiéndolos. Mantén los dedos cerrados en puños para evitar que te muerda.
3. No intentes huir
Intentar huir podría despertar el instinto de presa del perro para perseguir y atrapar animales. Por lo tanto, es posible que te persiga, aunque su intención inicial fuera sólo juguetona. No podrás dejar atrás a la mayoría de los perros, así que no vale la pena el esfuerzo.
4. Distrae al perro con otro objeto
Parte 2: Cómo defenderse y protegerse
1. Enfréntate al perro y ordenale: "Aléjate" " A la casa"
Si el perro sigue siendo agresivo, su intento de pacificación no ha funcionado, enfréntese a él y ordénele con firmeza que se vaya.
2. Contraatacar a un perro que ataca
Si el perro arremete y empieza a morderte, es obvio que tienes que defenderse. Para ello, intenta dar una patada al perro en la nariz, la garganta y la parte posterior de la cabeza. Esto aturdirá al perro y te dará tiempo para escapar.
3. Utiliza tu peso a tu favor
Haz caer todo el peso de tu cuerpo sobre el perro, empujando hacia abajo con las partes duras de tus rodillas y codos. Los perros tienen una mordida feroz, pero no pueden luchar, así que trata de ponerte en una posición ventajosa rápidamente para intentar romper algunos huesos con tu peso. Si quieres utilizar un método más humano, ponte sobre la espalda del perro con el peso de tu cuerpo y aplica una presión hacia delante en la nuca. Esto mantendrá al perro inmovilizado hasta que llegue la ayuda.
4. Protégete la cara, el pecho y la garganta
Si te tiras al suelo durante el ataque, no sólo será más difícil luchar contra el perro agresivo, sino que zonas vitales como el torso, el cuello y la cabeza estarán más expuestas al ataque. Estas son las partes más importantes de tu cuerpo que debes proteger, ya que las mordeduras en estos lugares pueden causar daños graves, e incluso la muerte.
5. Abandona la zona despacio y con cuidado
Si el perro pierde el interés por ti, abandona la zona lentamente, retrocediendo sin realizar movimientos bruscos. Mantener la calma en una situación como ésta es más fácil de decir que de hacer, pero es lo mejor que se puede hacer mientras el perro no te esté mordiendo.
Parte 3: Cómo manejar las secuelas
1. Cura las heridas
Si te ha mordido, ve rápidamente al hospital. No te arriesgues. Sin embargo, si no puedes o tienes que esperar a una ambulancia, ocupate de las heridas, ya que incluso las mordeduras menores pueden causar infecciones.
2. Llama a las autoridades
Es muy importante determinar si el perro que te ha atacado tiene rabia o un historial de agresiones. Llama a las autoridades inmediatamente después de un ataque de perro para que se pueda evitar que el perro ataque a alguien más, y se le puedan hacer pruebas de enfermedades.
3. Acude a un profesional médico con prontitud
Si te ha mordido un perro desconocido, un perro que luego se ha descubierto que tiene la rabia, o un perro que parecía estar echando espuma por la boca, es crucial que visites a tu médico inmediatamente para recibir un tratamiento preventivo contra la mortal enfermedad de la rabia.
Parte 4: Cómo tomar precauciones contra los ataques
1. Busca señales de advertencia
La mayoría de los perros no son agresivos, sino que sólo sienten curiosidad o defienden lo que creen que es su territorio. Por lo tanto, para evitar conflictos innecesarios, es vital que sepas distinguir si un perro sólo está jugando o está siendo realmente agresivo. Estos son algunos de los signos más comunes de agresividad a los que debes prestar atención.
2. Evita agredir a un perro
La mayoría de los ataques de perros se producen por una mala contención del perro, un mal adiestramiento o una burla. Por desgracia, siempre habrá malos dueños de perros, así que es mejor estar preparado. El sentido común debería indicarte que no debes agravar a ningún animal.
3. Asume que todos los perros desconocidos son una amenaza
En general, la mejor política a seguir cuando se trata de ataques de perros es hacer todo lo posible para evitarlos en primer lugar. Si ves un perro que parece peligroso, aléjate.
Recuerda: Los perros no están inclinados por naturaleza a atacar a los humanos a menos que sientan que ellos mismos, su territorio o su manada están amenazados. No siempre podremos evitar a los perros agresivos, pero si nos armamos con este conocimiento, estaremos mejor preparados para evitar que una situación dudosa se agrave, minimizando el daño si un perro decide atacar.
Fuente: wikihow and cesarsway
Fuente de las imagenes: depositphotos