Estamos rodeados de frecuencia por todas partes. Está en las ondas de radio invisibles que nos rodean, en las ondas de luz del sol, en el ciclo de la luna alrededor de la tierra y en cada una de nuestras células. Las personas espirituales siempre hablan de frecuencias y vibraciones, y de cómo cada objeto de la vida tiene una frecuencia propia. Aunque no comprendan su magnitud científica, en realidad no se equivocan: según el Aula de Física, "todos los objetos tienen una frecuencia natural o un conjunto de frecuencias con las que vibran".
Es esta misma frecuencia la que aprovechó el científico Royal Raymond Rife para inventar su máquina de Rife, que cura el cáncer, en la década de 1920. Esta máquina produce ondas electromagnéticas de baja energía, hechas para atacar específicamente a las células cancerosas. Estas ondas se emiten a través de tubos de plasma manuales o almohadillas eléctricas en las extremidades, en sesiones cortas, varias veces a la semana. La máquina detecta las bajas vibraciones emitidas por las células cancerosas y las hace explotar. Entonces, ¿cómo es que nunca hemos oído hablar de ella?
¿Qué es la máquina de Rife?
Rife basó su máquina en el trabajo de otro científico. El Dr. Albert Abrams creía que las enfermedades tienen una frecuencia electromagnética. Si la tienen, podemos aprovecharla y controlarla, ¿no? La respuesta es un poco complicada. Cuando Rife presentó su máquina por primera vez hace 100 años, fue ridiculizado y descartado por los medios de comunicación. Esto puede explicar por qué: entre sus otros inventos había un microscopio especial que podía detectar el aura de un virus. El color del aura, naturalmente, nos indicaría la frecuencia del virus, lo que nos permitiría eliminarlo con la máquina de Rife.
Para la opinión pública, Rife era un médico oportunista que intentaba aprovechar la corriente de nuevos descubrimientos científicos entre las guerras mundiales. El problema de su teoría era que creía que el cáncer lo causaban las bacterias y que lo único que había que hacer era atacarlas y matarlas. Esto es correcto sólo en parte: no todos los cánceres están causados por agentes virales o bacterianos. Pero descubrimientos científicos posteriores revelaron que ciertas partes del cuerpo reaccionan a las ondas electromagnéticas.
Los fallos de la máquina
Sin embargo, las longitudes de onda probadas en estos experimentos posteriores están muy lejos del rango de la máquina Rife. Es importante señalar que todavía no hay suficiente investigación científica para apoyar la terapia Rife como un tratamiento oficial para el cáncer, y que todavía se considera una terapia alternativa experimental contra el cáncer. Sin embargo, hay algunas pruebas que apoyan las ondas de baja frecuencia como un tratamiento viable contra el cáncer, pero las frecuencias probadas están fuera del rango de la máquina de Rife, y no fueron probadas en humanos. Se descubrió que estas frecuencias pueden inhibir el crecimiento de las células cancerosas, y no tienen ningún efecto sobre las células no cancerosas. Sin embargo, la mayoría de los estudios realizados en este campo se han llevado a cabo en animales o en tubos de ensayo, pero no en seres humanos.
La trama se complica a medida que nos adentramos en la historia. Numerosas fuentes fiables afirman que las máquinas de Rife nunca pasaron por el procedimiento formal de prueba y aprobación de un método de terapia contra el cáncer. No hay suficiente investigación para sugerir que funcione eficazmente. Y sin embargo, vimos un aumento en las ventas de máquinas de Rife en la década de 1990. ¿A qué se debe? El atractivo de las máquinas de Rife reside en su promesa de no tener efectos secundarios. La quimioterapia, la radiación y la cirugía tienen un gran impacto en el cuerpo. ¿Qué no daría un paciente por disfrutar de su viaje de curación, sin dolor? Lamentablemente, no hay una gran conspiración que nos oculte un tratamiento conveniente contra el cáncer. Se trata simplemente de un esquema de marketing multinivel, basado en testimonios positivos anecdóticos.
El debate a favor y en contra
Existen sólidas afirmaciones tanto a favor como en contra de la máquina. Algunos dicen que no hay efectos secundarios, mientras que otros afirman por experiencia que los efectos secundarios incluyen descargas eléctricas y erupciones. Pero eso puede deberse a que no hay ninguna regulación sobre la fabricación de las máquinas de Rife: esas erupciones podrían haber sido causadas por máquinas falsificadas, de baja calidad y fraudulentas.
Los partidarios de la terapia Rife afirman que "en 1942 el Tribunal de Apelación de Estados Unidos declaró a la Asociación Médica Americana culpable de suprimir las nuevas tecnologías médicas en favor de las compañías farmacéuticas". (fuente) No tenemos los recursos para confirmar o negar esto. Las clínicas de la máquina Rife se basan principalmente en testimonios positivos y no en experimentos científicos. Hablan de un experimento realizado por el propio Rife en 1934, en el que curó a 16 pacientes de su cáncer, pero otras voces hablan de investigaciones contrarias que intentaron repetir los resultados de Rife y fracasaron rotundamente.
El hecho es que las máquinas de Rife emiten una frecuencia inferior a la de nuestros teléfonos móviles. Esto no es ni bueno ni malo, es sólo un hecho. El problema comienza cuando la gente decide abandonar la terapia contra el cáncer que le han prescrito en favor de la máquina de Rife. A veces, son víctimas de clínicas de salud fraudulentas, y a veces, esto puede costar una vida. Esto no es para disuadirle de mostrar interés en la máquina de Rife - sólo para aclarar que esta máquina debe ser vista como una terapia complementaria a los procedimientos comunes prescritos.
Al igual que no abandonarías la quimioterapia por la acupuntura, nosotros no aconsejaríamos abandonar la cirugía en favor de la terapia de frecuencia.
Conclusión
Hay un sinfín de terapias alternativas y complementarias. Algunas, como la meditación, la fitoterapia y el yoga, pueden no estar totalmente respaldadas por la ciencia, pero son ampliamente aceptadas como útiles y beneficiosas. Otras, como los cristales curativos y la aromaterapia, suelen dividir la opinión de la gente entre los creyentes positivos y los escépticos. También se puede incluir el efecto placebo en esta discusión para hacer que las líneas entre la ciencia y la pseudociencia sean aún más borrosas.
Es difícil saber en qué categoría entran las máquinas de Rife. Si las máquinas de Rife han despertado tu curiosidad, nuestro mejor consejo es que te mantengas bien informado, reúnas toda la información posible y tomes todo con cautela.
Fuentes adicionales: Healthline, JuicingforHealth.