Etudios muestran que ser consciente de uno mismo nos ayuda a ser más pacíficos, seguros y creativos. Cuando conoces tu propósito, también es probable que tengas un mejor control de tu vida. Por otro lado, no emprender el camino del autodescubrimiento te privará de la oportunidad de comprender quién eres y qué quieres de la vida.
Si estás en una etapa de tu vida en la que te cuesta identificar tu verdadero objetivo vital, un poco de búsqueda del alma puede ayudarte a iniciar el camino de la independencia y el autodesarrollo. Sin embargo, la búsqueda del autodescubrimiento no es tan sencilla. Los siguientes consejos pueden ayudarte a empezar.
1. Evalúa cada área de tu vida
El paso más importante que puedes dar para comenzar tu viaje es evaluar primero cada área de tu vida y analizar lo que quieres. Esa es una buena manera de establecer objetivos basados en tus deseos y necesidades.
Divide tu vida en las siguientes secciones:
- Social
- Espiritual
- Físico
- Financiero
- Intelectual
- Familia
- Carrera profesional
Ahora, identifica qué necesidades te gustaría satisfacer en cada aspecto y luego establece objetivos relacionados con cada uno de esos aspectos individuales. Por ejemplo, ahora estás jubilado, así que la carrera no es algo en lo que pienses. Pero sí quieres mejorar la relación con tu familia y quieres explorar tu yo espiritual. O tal vez quieras construir tu yo intelectual en esta etapa de tu vida.
Una vez que veas todas tus necesidades con respecto a todas las secciones principales de la vida, se te hará un poco más fácil averiguar lo que quieres en tu vida.
2. Visualiza tu yo ideal
Por una u otra razón, es posible que no hayas pensado mucho en tu verdadero yo. Muchos acabamos definiéndonos por nuestra relación con los demás: una madre, un abuelo, un mejor amigo, un hermano menor, un empleado, etc. Pero si no tienes una idea clara de las cosas que te importan o del tipo de persona que quieres llegar a ser, siempre acabarás viviendo para tus relaciones que para ti mismo.
Hazte estas preguntas:
- ¿Quién quiero ser?
- ¿Dónde me veo dentro de 5 años?
- ¿De qué me arrepiento más?
- ¿Qué me hace sentir orgulloso de mí mismo?
- ¿Qué es lo que más me preocupa del futuro?
- ¿Qué es lo más importante en mi vida?
- ¿Qué es lo que realmente me da miedo?
- ¿Me estoy aferrando a algo que necesito dejar ir?
Tómate tu tiempo para responder a cada una de estas preguntas. Si sientes que te estás estancando, haz una pausa y reflexiona sobre el momento en que te sentiste feliz o satisfecho y toma nota de las cosas que contribuyeron a ello. Tal vez fue una pasión la que te mantuvo contento o el deseo de seguir explorando nuevas aficiones basadas en tus intereses. Sigue buscando esas respuestas, ya que los hallazgos catalizarán tu imaginación y te ayudarán a esculpir un camino que sea único para ti.
3. Haz una lista de las cosas que te hacen feliz
Aunque sea el día más mundano o la semana más deprimente, hay cosas y actividades que te hacen feliz o te dan placer. Del mismo modo, hay cosas que te hacen sentir incómodo o irritable. Haz una lista de cosas "buenas" y otra de cosas "malas".
Por ejemplo, tu lista de "Está bien" puede contener cosas como "escuchar música", "leer un libro", "dar un paseo nocturno" o "pasar un rato a solas". Del mismo modo, tu lista de "No está bien" podría consistir en cosas como "trabajar horas extras", "dejar que tu pareja se burle de ti", "salir todos los fines de semana" o "hablar por teléfono con una persona concreta".
La idea es dejar de hacer todo lo que va en contra de tu constitución o te hace sentir incómodo y dedicar más tiempo a las cosas que te aportan algo de felicidad. Una vez que tengas la lista delante, te será más fácil centrarte en lo que te hace sentir más vivo, aunque sea unos minutos al día, y tomar medidas para eliminar de tu vida lo que "no está bien" en la medida de lo posible.
Cuando uno llega a una etapa de su vida en la que se siente cómodo, tiende a dejar de aprender y de explorarse a sí mismo. Por eso es importante buscar activamente nuevas experiencias y salir a veces de la zona de confort. Eso no significa, por supuesto, que de repente hagas puenting o rafting. Pero es importante hacer un esfuerzo por probar algo nuevo cada día, incluso cosas que antes no te gustaban. Quizá sea pintar, o hacer senderismo, caminar por la playa o cocinar.
Quién sabe si hay algo que te espera y que desencadena un fuego en ti o despierta un nuevo deseo o necesidad que no sabías que tenías.
La cuestión es que probar cosas nuevas te ayudará a aprender cosas nuevas sobre ti mismo. Si no lo haces, puede que te sientas demasiado cómodo y caigas en el hábito de perderte a ti mismo.
5. Determina las cosas que valoras de ti mismo
¿Cuáles son las cosas que más valoras de ti mismo? - Esta es una pregunta que debes hacerte de vez en cuando. Todos tenemos ciertas cualidades y valores que son importantes o significativos para nosotros. Pueden ayudar a dibujar la vida que quieres vivir y, por tanto, es vital que los identifiques.
Los principios que te parecen más valiosos podrían ser:
- Lealtad
- Compasión
- Creatividad
- Honestidad
- Inteligencia emocional
- Valentía
- Creatividad
- Paciencia
- Perdón
- Integridad
Una vez que hayas determinado estos valores, puedes evaluar si los estás viviendo. Si no es así, puedes tomar medidas para que formen parte de tu proceso de autodescubrimiento. Esto hará que finalmente te sientas más realizado.
6. Sigue haciéndote preguntas
En tu camino hacia el autodescubrimiento, nunca dejes de hacerte estas preguntas:
* ¿Qué me impulsa?
* ¿Qué me falta en mi vida?
* ¿En qué áreas de mi vida tengo carencias?
* ¿Cómo han influido mis decisiones en el tipo de vida que quiero?
Estas preguntas pueden aplicarse a todas las áreas de tu vida. Recuerda que es posible que no obtengas respuestas inmediatas a estas preguntas. El autodescubrimiento lleva tiempo y debes reflexionar cuidadosamente sobre cada pregunta. Sé sincero contigo mismo y no respondas a algo porque sí. Si no encuentras respuesta a algunas de tus preguntas, no te desanimes. Sólo significa que algunos cambios podrían ayudarte a conseguirlo.
Por ejemplo, puede que no sepas qué te falta en tu vida. Tómate tu tiempo. Analiza cuidadosamente tu trayectoria y acabarás encontrando la respuesta. Una vez que lo hagas, tendrás una idea más clara de quién eres.
7. Mantén una conversación reflexiva con tu niño interior
Independientemente de la edad que tengamos, hay un niño interior en todos nosotros. Busca nuestra atención y ansía ser consolado y reconocido. Los psicólogos dicen que revisar nuestra infancia -los buenos y malos recuerdos y los deseos y heridas- es una parte crucial de cualquier viaje de autodescubrimiento. Nos ayuda a entender por qué somos como somos y por qué somos sensibles o reacios a ciertas cosas. Tu niño interior necesita ser escuchado para que tu yo adulto deje de esconderse y comprenda plenamente quién eres.
8. Date tiempo
Una parte de la búsqueda de tu verdadero yo es aceptar el pasado mientras trabajas para mejorar tu futuro. Esto requiere tiempo y paciencia y no ocurrirá de la noche a la mañana. Reconócelo y no seas demasiado duro contigo mismo. No puedes cambiar el pasado, pero está bien dejarlo ir y seguir adelante.
Sentirse ansioso, estresado o inseguro puede formar parte del proceso de autodescubrimiento. Pero también es emocionante y gratificante aprender algo que antes no sabías de ti mismo. Date tiempo para llegar hasta ahí y céntrate en disfrutar del viaje. Puede que resulte ser un viaje como nunca has hecho antes.
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