Así que has comprado un montón de manzanas en la tienda y descubres que están todas demasiado maduras o blandas. ¿Y ahora qué? Antes de que decidas tirarlas de mala gana al cubo de la basura, lee este artículo. Compartimos 5 formas sencillas y deliciosas de utilizar las manzanas demasiado maduras en la cocina.
¿Por qué se vuelven arenosas las manzanas?
La desagradable textura, se produce cuando una manzana pierde parte de su humedad después de un largo tiempo de almacenamiento o debido a unas condiciones de almacenamiento inadecuadas. Las variedades de manzanas más dulces, como la roja Delicious, la McIntosh y la amarilla, tienden a volverse arenosas más rápidamente, por lo que es mejor evitar estas variedades de manzanas si se prefiere una manzana jugosa y crujiente.
Esta es posiblemente la forma más fácil y rápida de utilizar las manzanas arenosas. Pela y corta la manzana en cubos pequeños, y luego caliéntala en el microondas hasta que se vuelva blanda y jugosa. La alta temperatura ablandará las paredes celulares de la manzana y hará que liberen los jugos que contienen, y obtendrás una textura similar a la de la compota de manzana, pero quizá un poco más troceada. Puedes cubrir la compota de manzana con un poco de granola, canela o yogur natural, ¡y tendrás un desayuno delicioso y saludable!
2. Utilízalas en productos horneados
Las manzanas cocidas son las candidatas perfectas para los productos horneados. Aunque no recomendamos usarlas para la tarta de manzana, las manzanas demasiado maduras funcionan como una gran adición a las tortitas o panecillos. Precocínalas con un chorrito de zumo de limón y una pizca de canela, y utilízalas en tu postre favorito para añadir dulzura. Si no tienes una receta de panecillos o panqueques, mira estas:
- Receta de muffins saludables de zanahoria y nueces
- Cómo hacer panqueques de chocolate y plátano deliciosos.
3. Hacer puré de manzana casero
Las manzanas deshidratadas son un delicioso tentempié para llevar, pero también puedes añadirlas a tés calientes, utilizarlas en recetas o incluso decorar tu casa con manzanas deshidratadas. Por ejemplo, puedes combinar las manzanas deshidratadas con especias como la canela, el anís estrellado o el clavo, y voilà, tendrás un popurrí natural inspirado en el otoño. Coloca el popurrí en un recipiente abierto, para que el agradable olor se extienda por toda la habitación.
Para hacer manzanas deshidratadas sin necesidad de un deshidratador, simplemente corta las manzanas en rodajas lo más finas que puedas y extiéndelas en una bandeja para hornear forrada de manera que sólo haya una capa de manzanas en la bandeja. Pon el horno a la temperatura más baja posible (normalmente unos 60 °C o 140 °F) y deja que las manzanas se cocinen en el horno hasta que estén completamente secas y con los bordes crujientes y rizados (esto llevará unas 2 horas). Deja que las manzanas se enfríen completamente antes de guardarlas en un recipiente hermético.
5. Manzanas asadas
Las manzanas horneadas son el pequeño capricho más sabroso para los meses de frío. Puedes rellenar las manzanas enteras con lo que tengas en casa: frutos secos, fruta deshidratada, azúcar moreno, ralladura de naranja, miel, avena, Nutella o sirope de arce. Aquí tienes una estupenda receta básica que puedes probar:
Ingredientes
1. Precalentar el horno a 375°F (190°C).
2. Descorazonar las manzanas, haciendo un agujero de unos ¾ de pulgada de ancho.
3. En un tazón mediano, combina la harina de avena, las nueces, el azúcar y las especias y revuelve hasta que se combinen.
4. Rellena las manzanas con el relleno y colócalas en una fuente de horno, cubriendo cada manzana con un trozo de mantequilla.
5. Vierte el agua en el fondo de la fuente de horno y cubre la fuente con papel de aluminio. Hornear durante 20-25 minutos.
6. Destapa la fuente y sigue horneando durante otros 30 minutos, o hasta que las manzanas estén blandas y la mantequilla y el azúcar se hayan derretido por completo.
7. Sacar del horno y servir caliente con una bola de helado al lado.
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