La deshidratación significa una pérdida excesiva de agua corporal. Ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere. Por lo tanto, acabas sintiendo demasiada sed. La deshidratación puede ocurrir más fácilmente si tienes diarrea, diabetes, insolación o cuando has sudado demasiado después de hacer ejercicio. También puede producirse por beber demasiado alcohol. Por lo tanto, toma nota de tus síntomas y asegúrate de beber suficientes líquidos si te has deshidratado de repente.
2. Boca seca (xerostomía)
La boca seca, también conocida como xerostomía, puede confundirse a menudo con la sed extrema. Se trata de una afección en la que las glándulas salivales de la boca no producen la saliva adecuada para mantener la boca húmeda. Según la Clínica Mayo, la xerostomía suele estar causada por "ciertos medicamentos o problemas de envejecimiento o como resultado de la radioterapia para el cáncer". Otras causas son fumar tabaco o marihuana, el estrés, la ansiedad o el envejecimiento. Cuando nuestras glándulas no producen suficiente saliva, sentimos la necesidad de beber más agua. Si la sensación de sequedad bucal persiste incluso después de consumir agua, entonces es mejor visitar al médico para saber más sobre la causa.
3. Comer demasiada sal
Al igual que es importante mantener a raya nuestra ingesta de azúcar, también debemos vigilar la cantidad de sal que consumimos a diario. Nuestros riñones procesan el exceso de sal y lo redirigen a la orina. Cuando comemos una comida rica en sodio, nuestros riñones tienen que trabajar más para eliminar la sal. Por lo tanto, acabas orinando más de lo habitual.
Excederse con las comidas ricas en sodio también puede conducir a una presión arterial alta con el tiempo y puede causar daños en los riñones o el corazón también. La FDA dice que los adultos deben limitar la ingesta de sodio a menos de 2.300 mg al día, es decir, casi una cucharadita de sal de mesa. Por lo tanto, compruebe si está superando este límite y reduzca su consumo de sal si es necesario.
4. Diabetes
La diabetes puede aumentar el riesgo de deshidratación. Cuando una persona tiene diabetes, su cuerpo no produce suficiente insulina, y esto hace que se acumule demasiado azúcar (o glucosa) en su cuerpo. La glucosa en la orina atrae más agua y, por tanto, te ves obligado a orinar con más frecuencia de lo habitual. Esto hace que experimentes una sed extrema, ya que tu cuerpo quiere reponer los líquidos que estás perdiendo. Si estás experimentando una sed excesiva junto con una micción excesiva y una visión borrosa, debes consultar a tu médico porque todos son signos de diabetes.
5. Anemia
La anemia es una condición en la que su cuerpo pierde glóbulos rojos sanos más rápido de lo que pueden ser reemplazados. Esto conduce a una deficiencia de oxígeno en varios órganos y tejidos del cuerpo. Mientras que la anemia leve no suele provocar una sed excesiva, la anemia grave puede provocar una sed incontrolada, según el Instituto Nacional de Salud, Pulmón y Sangre de EE.UU.
Esta afección está causada por enfermedades subyacentes, una dieta deficiente o una hemorragia intensa. Si sospechas que tienes anemia, acude a un profesional para que te examine.
6. Consumir demasiados alimentos diuréticos
Los alimentos y bebidas diuréticos pueden ayudarte a eliminar el exceso de agua y sodio de tu cuerpo. Obligan a los riñones a excretar más sodio en la orina. Al eliminar el sodio, el cuerpo también se deshace del agua. Los diuréticos suelen recetarse cuando el cuerpo retiene demasiados líquidos. Sin embargo, una sobredosis de ellos provoca sed, ya que agotan los líquidos del cuerpo, provocando un desequilibrio.
Algunas frutas y verduras que actúan como diuréticos naturales son:
- Piña
- Sandía
- Pepino
- Apio
- Col
- Remolacha
- Espárragos
- Berros
- Semillas de calabaza
- Limón.
Las bebidas diuréticas más consumidas son el café, el té y la hierba luisa, entre otras.
Por lo tanto, si consume demasiados alimentos diuréticos a diario, puede desencadenar una sed excesiva. Reduzca un poco su consumo para mantener un equilibrio saludable.
7. Dietas bajas en carbohidratos
Seguir una dieta baja en carbohidratos puede hacer maravillas para tu salud, pero es probable que te provoque sequedad de boca y sed frecuente. Esto ocurre porque los carbohidratos retienen más agua que las proteínas o las grasas. Cuando dejas de comer carbohidratos, todo el líquido extra se libera a través de la orina. Como el cuerpo excreta más agua, se produce un aumento de los niveles de sed. Por lo tanto, procure beber suficiente agua cuando siga una dieta baja en carbohidratos.
8. Hipercalcemia
La hipercalcemia es una condición en la que el nivel de calcio en la sangre está por encima de lo normal. El exceso de calcio en el cuerpo hace que los riñones trabajen más para filtrarlo. Esto puede hacer que la persona orine con más frecuencia, lo que provoca un aumento de la sed e incluso deshidratación. La hipercalcemia también puede causar molestias estomacales, náuseas, vómitos, dolor de huesos y estreñimiento.
9. Estrés crónico y ansiedad
El estrés crónico y la ansiedad pueden hacer que se sude, lo que provoca una gran sed. La ansiedad puede causar sequedad de boca, y la boca seca puede sentirse como sed. Por lo tanto, tu cerebro puede ser engañado en la creencia de que necesitas beber agua a pesar de que no estás realmente sediento. Además, el estrés crónico afecta a las glándulas suprarrenales y puede provocar una presión arterial baja. Esto puede dar lugar a mareos, ansiedad y sed extrema, dicen los profesionales de la salud. Por lo tanto, en caso de que te hayas estresado excesivamente por algo, trabaja para gestionarlo mejor.
Comparte este post con tus amigos y familiares...