La forma más sencilla de abordar tanto la pérdida de fuerza como la espasticidad y, al mismo tiempo, mejorar la cognición después de un accidente cerebrovascular es la actividad física. Los ejercicios que enumeramos a continuación son una excelente manera de recuperar fuerza y movilidad en casa.
Durante las primeras etapas de la recuperación del accidente cerebrovascular, los pacientes suelen hacer ejercicio con la ayuda de fisioterapeutas. Pero cuando regresa a casa, está solo. El ejercicio garantizará que siga mejorando su salud física y recupere la capacidad para completar las tareas diarias. Pero antes de comenzar a hacer ejercicio, es importante evaluar tu nivel de condición física.
Su médico o fisioterapeuta podrá guiarlo a través de este proceso y te informará si un nuevo ejercicio específico es adecuado. En términos generales, el estiramiento pasivo (también llamado ejercicios asistidos) es el mejor enfoque para los pacientes que experimentan parálisis, mientras que aquellos con movimiento parcial se beneficiarán más de los ejercicios activos.
Tanto los ejercicios asistidos como los activos son eficaces para estimular la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para curarse a sí mismo. Cuantas más repeticiones haga todos los días, mejor: el cerebro requiere movimiento y estimulación regulares para restaurar las conexiones neuronales dañadas. A continuación, enumeramos 7 ejercicios beneficiosos para la recuperación en el hogar de los pacientes con accidente cerebrovascular.
Este primer ejercicio implica cambiar el peso de un lado a otro en una posición sentada. Es adecuado para pacientes que desean mejorar su equilibrio mientras están sentados después de un accidente cerebrovascular moderado o severo. Es posible hacer este ejercicio más complicado practicándolo con una pelota de estabilidad. Sigue estos pasos para completar el ejercicio:
1. Siéntate derecho en una silla.
2. Mueve tu peso hacia el lado izquierdo, asegurándote de enganchar el núcleo. Mantén durante 5 segundos.
3. Vuelve al centro y repite el ejercicio en el lado derecho.
Repite este ejercicio de 10 a 30 veces en cada lado.
Este ejercicio es útil para todos los niveles. Al igual que el ejercicio anterior, promueve la fuerza y el equilibrio del núcleo en una posición sentada. Hay dos formas de hacer este ejercicio: la opción más fácil es hacerlo en una silla, mientras que la opción más avanzada se puede hacer sentado en el suelo. Sigue estos pasos para completar el ejercicio:
1. Siéntate erguido y luego coloca la mano izquierda sobre el muslo o la rodilla derechos.
2. Utiliza tu brazo como guía y gira tu torso hacia el lado derecho. Succiona tu barriga y trata de moverte desde tu núcleo. No gires demasiado, no debes sentir dolor ni malestar mientras haces este ejercicio.
3. Vuelve al centro y repite el ejercicio en el lado opuesto.
Repite este ejercicio de 10 a 15 veces en cada lado.
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Este ejercicio de movilidad se enfoca en los músculos de la cadera, en particular, por lo que es especialmente útil para quienes experimentan debilidad y tensión en las caderas o la espalda baja. Si te resulta difícil darte la vuelta o levantarse de una cama, este ejercicio entrena los músculos que facilitarán estos movimientos. Sigue estos pasos para completar el ejercicio y consulta el video anterior para obtener más detalles:
1. Acuéstate sobre una superficie firme, con el lado no afectado por el golpe hacia abajo. Si acostarse de costado es agotador para el cuello, apoye la cabeza con una almohada o una manta doblada.
2. Verifica que tus caderas estén alineadas una encima de la otra.
3. Dobla la rodilla superior y mueve hacia arriba tanto como te resulte cómodo. Puedes usar una de tus manos para guiar y apoyar la rodilla. También puedes dejar que la rodilla descanse en el suelo durante unos segundos mientras está doblada. Mantén la parte inferior de la pierna estirada.
4. Estira la pierna superior y vuelve a la posición inicial.
Repite este ejercicio de 15 a 20 veces.
El movimiento de la rodilla al pecho mejora el equilibrio y promueve la fuerza del núcleo. Por lo tanto, es beneficioso para prevenir caídas, pero puede ser más difícil para quienes han experimentado un accidente cerebrovascular moderado o severo, así que proceda con precaución. Una señal de que no debes hacer esta postura es la parte baja de la espalda que se levanta del suelo cuando levantas una o ambas piernas.
Como en algunos de los ejercicios anteriores, tiene dos opciones para realizar este ejercicio: puedes levantar una pierna a la vez o ambas piernas simultáneamente. Comienza levantando solo una pierna y, si te sientes seguro en la postura, puedes intentarlo con ambas piernas. Sigue estos pasos para completar el ejercicio:
1. Acuéstate de espaldas y luego desliza
2. Levanta el pie derecho, enderezando las rodillas tanto como puedas, imitando un movimiento de patada. No te preocupes si no puedes estirar completamente la pierna; en realidad, es más seguro para la articulación de la rodilla mantener una flexión suave de la rodilla.
3. Mueve la pierna a la posición inicial. Cambia de lados.
Repite este ejercicio 5 veces en cada lado.
Los ejercicios de mano son una parte importante de la recuperación de un accidente cerebrovascular porque pueden ayudar a mejorar la fuerza, el agarre y la destreza de la mano, todos los cuales son esenciales para completar las tareas diarias. Estos ejercicios también pueden ayudar a reducir la rigidez de los músculos de las manos y los dedos. Para los ejercicios mencionados en el video anterior, necesitará una pelota antiestrés o cualquier otra pelota pequeña y flexible que quepa en su mano.
Siga el video de arriba para completar los ejercicios, o simplemente practique agarrar y apretar la pelota con la mano afectada varias veces. También puede intentar pellizcar la pelota solo con el dedo índice, el dedo medio y el pulgar. Ambos ejercicios imitan movimientos como agarrar tazas o recipientes, por lo que practicarlos es muy útil.
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Si experimentas tensión y dolor en los brazos, los hombros y las manos, se beneficiará del fortalecimiento de los músculos pequeños que estabilizan los omóplatos. Este ejercicio de prolongación se dirige específicamente a estos músculos, reduciendo la tensión en la parte superior del cuerpo y mejorando su postura general. Siga estos pasos para completar el ejercicio:
1. Siéntese erguido en una silla, levante y extienda los brazos paralelos a la tierra.
2. Asegúrese de que los brazos estén aproximadamente a la altura de los hombros. Junte las manos y comience a doblar el cuello hacia adelante hasta que sienta un estiramiento agradable.
3. Mantenga esta posición durante 5 segundos y luego suelte y relaje los brazos. Descanse un minuto más o menos.
Repite este ejercicio de 7 a 10 veces.
Las rodillas rígidas son el mayor culpable de los problemas de equilibrio, especialmente al caminar, por lo que trabajar en la estabilidad de la rodilla es un método excelente para prevenir caídas y lesiones relacionadas con caídas. Este último movimiento es el más adecuado para aquellos que están en mejor forma física, así que evite hacer este ejercicio si experimenta algún dolor u otras limitaciones mientras realiza este movimiento. Siga estos pasos para completar el ejercicio:
1. Siéntese erguido en una silla con ambos pies firmemente en el suelo.
2. Levante el pie derecho, enderezando las rodillas tanto como pueda, imitando un movimiento de patada. No se preocupe si no puede estirar completamente la pierna; en realidad, es más seguro para la articulación de la rodilla mantener una flexión suave de la rodilla.
3. Mueva su pierna a la posición inicial. Cambio de lados.
Repite este ejercicio 5 veces en cada lado.
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