Crear un vacío puede ayudar a sacar el agua. Este método no requiere ningún equipo adicional y es bastante efectivo para el agua atascada en el canal auditivo. Sigue estos pasos:
1. Inclina la cabeza hacia el lado afectado y cubre la oreja con una palma ahuecada.
2. Es importante cubrir toda la oreja con la palma de la mano y sellar bien la oreja para crear un vacío.
3. Empuja tu mano de un lado a otro de la oreja, aplanando la palma cuando empujes hacia la oreja y ahuecando cuando se aleje de la oreja. Repite todo el tiempo que sea necesario.
4. Es posible que escuches el agua que sale del canal auditivo. Como paso final, inclina la cabeza aún más para permitir que el agua salga del oído.
Si sientes que el agua se atasca profundamente dentro del oído, una ducha o un baño de vapor pueden ayudar a que el agua drene. El vapor ayuda a que el agua se mueva desde el oído medio hacia la parte posterior de la garganta a través de un pequeño canal llamado trompa de Eustaquio.
También puedes vaporizar tu oreja y su cara solo llenando un recipiente con agua caliente y sosteniendo la oreja afectada sobre el agua mientras también cubre la cabeza con una toalla para atrapar el vapor. Todo lo que tienes que hacer es permanecer así durante 5 -10 minutos y respirar el vapor.
Este método se llama maniobra de Valsalva y es útil para drenar el agua del interior del oído abriendo las trompas de Eustaquio. De hecho, es útil para eliminar cualquier obstrucción en los oídos, no solo el agua. Siga estos pasos para realizar la maniobra:
1. Inhala profundamente y luego cierra la boca y cúbrete la nariz con los dedos para que no pueda escapar el aire.
2. Saca el aire lenta y gradualmente. Asegúrate de no soplar demasiado rápido o demasiado fuerte, ya que esto puede dañar tu tímpano.
3. Suelta cuando escuche un chasquido y sienta que el agua se escurre.
Un tirón suave del lóbulo de la oreja endereza el canal auditivo y ayuda a que el agua atrapada se escape. Inclina la cabeza hacia el lado que deseas tratar o incluso recuéstate mientras descansas la oreja afectada sobre una toalla. Luego, tira suavemente del lóbulo de la oreja unas cuantas veces hasta que el agua se escurra sobre la toalla. Es tan simple como eso.
Las gotas para los oídos secas están disponibles en las farmacias, pero si no tienes ninguna en este momento y necesitas lidiar con un oído tapado, puedes intentar hacer tus propias gotas para los oídos. Ten en cuenta que este método solo funciona cuando el oído externo se ve afectado y no debe usarse si tiene antecedentes de problemas de oído.
Para hacer estas gotas para los oídos, deberás mezclar partes iguales de alcohol y vinagre. El alcohol ayuda a la evaporación del agua en su oído. El vinagre tiene propiedades antibacterianas y ayuda a eliminar la cera que podría ser la razón por la que tienes agua atrapada en el oído. Usa un gotero esterilizado para administrar 3 gotas de la mezcla en el oído afectado y espere 30 segundos. Inclina la cabeza hacia un lado para permitir que la solución salga del oído.
La razón por la que el agua en los oídos a menudo desaparece por sí sola es que los movimientos ordinarios como masticar, abrir la boca o bostezar pueden ayudar a abrir las trompas de Eustaquio y drenar el agua. Masticar chicle o bostezar varias veces seguidas puede acelerar el proceso y despejar los oídos.
Si esto no ayuda, abre la boca y mueva la mandíbula ligeramente de lado a lado para abrir las trompas de Eustaquio. Un chasquido indica que las trompas de Eustaquio se han abierto.
La maniobra de Toynbee es la última técnica que explicaremos en este artículo. La técnica consiste en cerrar las fosas nasales con una mano y tomar algunos sorbos de agua varias veces hasta que el agua se libere a través de las trompas de Eustaquio. Esta técnica combina la acción de tragar agua y crear un sello de vacío, que bombeará el agua desde el oído medio hacia la cavidad nasofaríngea.
Si probaste todos los remedios que mencionamos anteriormente y no funcionan, es importante ser paciente y resistirte a realizar procedimientos potencialmente traumáticos como introducir hisopos de algodón, los dedos o cualquier otro objeto en el interior de la oreja. Todas estas acciones pueden empujar el agua aún más profundamente, introducir bacterias dañinas en el canal auditivo o incluso dañar el tímpano.
También es importante evitar las gotas para los oídos si tiene tubos en los oídos o si tienes antecedentes de infecciones de oído. En estos casos, es importante consultar a un profesional.
La natación es la forma más común de que el agua se atasque en los oídos, pero cualquier exposición al agua puede bloquear técnicamente los oídos. En la mayoría de los casos, el agua se drenará del oído por sí sola después de unas horas. Si no es así, la humedad puede promover el crecimiento de bacterias y podría desarrollar un tipo de infección de oído llamada oído de nadador.
“El oído de nadador es una infección en el canal auditivo externo, que va desde el tímpano hasta el exterior de la cabeza”, afirma la Clínica Mayo. El agua en el canal auditivo no es la única causa del oído de nadador. Poner los dedos, hisopos de algodón y otros objetos en el canal auditivo también puede dañar la piel de los oídos y provocar esta infección. Debes estar atento a los siguientes síntomas del oído de nadador y busca ayuda médica si experimenta alguno de ellos:
- Enrojecimiento o picazón en el canal auditivo
- Fluido saliendo de tu oído
- Dolor o malestar que se vuelve más fuerte cuando jalas la oreja o empujas el trago - la pequeña protuberancia frente al canal auditivo
- Ganglios linfáticos inflamados
- Una sensación de plenitud dentro de tu oído
- Audición amortiguada.
Si eres propenso a que se te quede el agua en los oídos mientras nada o realizas cualquier otra actividad, asegúrate de secar siempre la parte exterior de los oídos después del contacto con el agua. También es útil usar un gorro de baño o tapones para los oídos mientras nada. Estos métodos ayudarán a evitar que el agua quede atrapada en sus oídos y en el oído del nadador.
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