A medida que pasan los años, el tracto gastrointestinal comienza a deteriorarse. Esto significa que no solo es importante prestar atención a los alimentos que consumimos, sino que también es imprescindible tomar los cuidados necesarios para mantener la salud del sistema digestivo. Estos sin los 5 principales efectos de la edad en la salud, y los mejores consejos para cuidar de tu salud.
1- Masticar
Al pasar el tiempo, la tarea de masticar se vuelva cada vez más difícil, en especial si usas dentadura postiza. Es muy probable que no consideres esta acción como parte del proceso digestivo, pero la realidad es que masticar es el primer y más importante paso en el cuidado del sistema digestivo. Al masticar, estamos deshaciendo la comida para el ácido estomacal y las enzimas intestinales puedan separarla en nutrientes que serán absorbidos por los intestinos.
Para facilitar dicho proceso, te recomendamos masticar varios segundos antes de tragar la comida, o cortarla en pequeños pedazos. Además, es importante visitar al dentista dos veces al año, para asegurarte de que tu boca está saludable y lista para masticar. Una dieta rica en calcio y vitamina D te ayudará a mejorar el proceso digestivo y muchos otros aspectos de la salud. Mientras que a las mujeres entre 50 y 70 años se les recomienda consumir cerca de 1.200 mg de calcio y 600 UI de vitamina D, a los hombres se les recomienda consumir 1.000 mg de calcio y 600 UI de vitamina D.
2- Tragar
Luego de masticar, el siguiente paso más importante es tragar la comida de forma adecuada. A medida que pasan los años, el esófago, el tubo que conecta la boca con el estómago, deja de contraerse como solía hacerlo, lo cual dificulta la tarea de tragar trozos grandes. De hecho, las personas mayores de 50 años que necesitan tragar pedazos grandes requieren de un 50 o 100% más de tiempo que un adulto joven.
Una de las condiciones médicas más comunes en los adultos mayores es el reflujo gastroesofágico, una enfermedad que al digerir puede causar dolor y sensación de ardor en el pecho, e incluso podría producir un estrechamiento del esófago. Aunque no existe cura para este último caso, hay formas de prevenir el desarrollo de esta condición y mejorar la digestión, que consisten de masticar los alimentos lentamente, practicar ejercicio regular y mantener un peso saludable. Evita el consumo de alimentos con alto contenido de grasa y sodio, ya que podrían agravar los síntomas.
3- Tu estómago
Al final del esófago se encuentra la entrada al estómago, llamada Esfínter Esofágico Inferior (EEI). Con el paso del tiempo, este músculo con forma de anillo se vuelve más débil, contribuyendo a la acidez y el reflujo. Cuando el EEI no logra volver a su posición normal luego de haberse relajado para permitir el paso de la comida, el ácido estomacal y otros fluidos vuelven a subir al esófago.
Es importante prestar atención al tipo de alimentos que provocan acidez e indigestión en nuestro organismo. Las comidas picantes y los alimentos con alto contenido ácido suelen ser los principales responsables de esta condición.
Otra de las condiciones estomacales comunes que debes controlar es la infección por H. Pylori, una bacteria en el estómago que puede causar úlceras y yagas por la mañana o cuando el estómago está vacío. La infección puede detectarse mediante un análisis de sangre o una endoscopía. Si los resultados son positivos, no te preocupes ya que esta condición puede tratarse fácilmente con una combinación de antibióticos y otras medicaciones.
4- Intestinos
A partir de los 50 años, los intestinos comienzan a disminuir su capacidad de absorción de nutrientes, como el calcio y las vitaminas A, B12, K y D. Esto se debe a que el colon cambia su funcionamiento, y movimiento de los músculos se vuelve más lento. Como consecuencia, los adultos mayores de 50 años pueden experimentar cuadros de constipación frecuentes y aumentar el riesgo de padecer cáncer de colon o diverticulitis.
Como lo mencionamos anteriormente, a esta edad, se recomienda llevar una alimentación ricas en estas vitaminas o consumir suplementos que compensen las cantidades no absorbidas. Para aliviar la constipación, puedes aumentar la ingesta de fibra y reducir la ingesta de grasas.
5- El hígado
Las personas mayores de 60 años son más propensas a desarrollar cálculos biliares, que se forman en la vesícula cuando el hígado no puede procesar el colesterol y otras sustancias biliares. La bilis es una sustancia que necesitas para digerir grasas, que es producida por el hígado pero almacenada en la vesícula. El riesgo de desarrollar cálculos aumenta con la edad debido a que el conducto biliar al comienzo del intestino se estrecha, haciendo que la bilis permanezca en la vesícula por períodos de tiempo largos, lo cual es la principal causa de su posterior endurecimiento.
Para evitar que esto suceda, es fundamental controlar la ingesta de grasas para no saturar a la vesícula. Aunque este cuadro no presenta síntomas específicos, las personas que lo padecen pueden manifestar un dolo suave en el estómago o en el costado superior derecho del abdomen. En caso de presentar alguno de estos síntomas, es fundamental consultar con un especialista.
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