Cuando eres joven, nadie te advierte de todos los cambios perfectamente naturales pero inesperados que nuestros cuerpos sufrirán con la edad. Claro, todos conocen las cosas superficiales como la pérdida parcial de la visión, las canas o las arrugas, pero no es solo nuestra apariencia y vista lo que cambia con el tiempo. Por ejemplo, tu sistema digestivo se ralentiza con la edad, tus vasos sanguíneos se vuelven más rígidos y frágiles, y el tamaño y la densidad de los huesos tienden a disminuir.
En algunos casos, estos signos perfectamente normales de envejecimiento pueden confundirse con síntomas graves de afecciones devastadoras de la salud, como un ataque cardíaco o demencia, que pueden generar mucho estrés y ansiedad innecesarios. En este artículo, nos centraremos en 5 síntomas tan perfectamente normales del envejecimiento que pueden sonar atemorizantes pero generalmente son normales.
Dicho esto, ten en cuenta que todo depende del contexto de su vida personal. Por ejemplo, las personas que experimentan cualquiera de los síntomas que enumeramos a continuación y que también tienen antecedentes familiares de la afección respectiva asociada con estos síntomas deben buscar ayuda médica de inmediato, ya que tienen un riesgo mucho mayor de dichas enfermedades. Por lo tanto, tenga cuidado y, en caso de duda, busque ayuda profesional.
Los cambios en la frecuencia cardíaca son parte de la vida de todos, y en muchos casos, un corazón acelerado es una señal de que eres una persona que respira viva. El aumento de la frecuencia cardíaca es una respuesta hormonal normal al aumento de la actividad física, el estrés o incluso las emociones: es una señal de que su sistema nervioso simpático está activado y su cuerpo está listo para actuar y defenderse. Por lo tanto, si sientes que tu corazón late con fuerza después de un entrenamiento, una carrera matutina o una situación estresante, probablemente no sea motivo de preocupación.
Dicho esto, un latido cardíaco irregular también puede significar problemas cardiovasculares e incluso emergencias médicas como un ataque cardíaco, por lo que no es una buena idea descartar por completo un corazón acelerado. Los cardiólogos señalan que las palpitaciones cardíacas que no se detienen o empeoran después de unos minutos son una razón para visitar a un médico. Del mismo modo, si su ritmo cardíaco aumenta muchas veces al día durante las actividades cotidianas, como mirar televisión, especialmente sin ningún motivo aparente, como estar emocional o estresado, es motivo de preocupación.
Sentir frío todo el tiempo es otro de esos efectos secundarios del envejecimiento que nadie te advierte. La cuestión es que, con la edad, la masa muscular del cuerpo disminuye naturalmente, y no importa cuánto hagamos ejercicio y qué tan bien comamos, la circulación sanguínea también se vuelve menos efectiva, y puedes comenzar a notar que tus manos y pies siempre se ponen frío. Si este proceso es gradual y no hay otros síntomas que has notado, como sudoración y cambios repentinos de peso, no tienes nada de qué preocuparse.
Sin embargo, si notas que este síntoma se ha desarrollado bastante rápido, tus manos y pies se vuelven pálidos y entumecidos, o experimentas sudoración junto con congelación incluso en climas cálidos, puede ser una señal de que algo está mal con tu glándula tiroides o sistema cardiovascular , y en este caso, definitivamente debes visitar a un médico.