Parte de la naturaleza de la ciencia es que nunca deja de descubrir cosas nuevas y siempre está recopilando evidencia para probar diferentes teorías o refutar aquello que creíamos saber sobre nuestro planeta. Para la ciencia, estos últimos 14 años desde que entramos en el nuevo milenio han sido muy productivos. Por eso, para que no te quedes afuera, te trajimos algunos de los principales logros y descubrimientos alcanzados desde ese entonces…
La “partícula de Dios” es real
Allá por la década del 60, muchos científicos comenzaron a elaborar teorías sobre la partícula de Higgs, también conocida como “la partícula de Dios”. Su descubrimiento fue la pieza final en el modelo estándar de física de partículas, una teoría que intenta describir la interacción de las partículas, la creación del universo y la existencia de todas las formas de vida.
El descubrimiento de esta partícula fue tan importante que los científicos pasaron más de 40 años intentando comprobarlo o refutarlo. Finalmente, en el año 2013, François Englert y Peter Higgs lograron hacerlo, y gracias a este descubrimiento, obtuvieron el premio nobel de física ese mismo año.
El mundo tiene cinco océanos
Aunque en la escuela todos aprendimos que el mundo está compuesto por cuatro océanos, Atlántico, Pacífico, Ártico e Índico, en el año 2000, la Organización Hidrográfica Internacional combinó la porción sur de los Océanos Atlántico, Pacífico e Índico, para crear un quinto océano, conocido como “Océano sur”.
Hoy en día, la nutrición idea no se representa con una pirámide sino que con un “plato de comida”
En el año 2011, durante el mandato de la primera dama, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos se deshizo de la última versión (2005) de la pirámide alimenticia original de 1992.
Mientras que la pirámide original sugería porciones de alimentos de diferentes grupos, como 2 o 3 porciones de productos lácteos por día, el nuevo plato muestra las cantidades generales de cada grupo, por ejemplo: la mitad del plato debería estar compuesta por frutas y vegetales.
“Este es un simple recordatorio para que seamos conscientes de los alimentos que consumimos” Michelle Obama
Las células del cerebro humano continúan creciendo
Hasta finales de 1980, los científicos creían que los humanos adultos contaban con todas las neuronas que tendrían durante el resto de sus vidas.
Trabajando sobre teorías anteriores, un científico llamado Michael Kaplan descubrió células neuronales precursoras en el cerebro de un mono adulto. Esto significa que dicho órgano experimentó la neurogénesis, o creación de neuronas. Aunque en la década del 90 también se halló evidencia de neurogenesis en adultos, las pruebas no contaban con el requisito de replicabilidad.
Luego, en el año 2013, un grupo de científicos determinó la edad del hipocampo utilizando las células de individuos fallecidos. En esta investigación, se descubrió que las células eran más jóvenes que los individuos fallecidos, lo cual prueba efectivamente que el cerebro humano produce sus propias neuronas. A pesar de con el tiempo los seres humanos sufrimos un deterioro de las funciones cognitivas, el cerebro mantiene una reserva fija de células jóvenes.
Descubrimos como el agua se transporta hacia las células
Varias décadas atrás, la ciencia no podía explicar como el agua se transportaba tan rápido a través de las membranas celulares, entre ellas la bicapa lipídica, una membrana que se suponía no podía ser atravesada por el agua.
Luego, en el año 2013, Peter Agre y Roderick MacKinnon descubrieron por primera vez las acuaporinas, unos canales de proteína en la membrana celular que permiten el ingreso del agua. Este logro les adjudicó el Premio Nobel en química.
La dupla también realizó investigaciones sobre otros canales y válvulas esenciales para la comprensión del funcionamiento de las células.
No sabemos tanto sobre portones como pensábamos
Hace varios años atrás, los científicos creían que habían descubierto el radio de un protón. Sin embargo, en el año 2013, un equipo internacional de investigadores condujo un estudio sobre el tema, en el cual se obtuvo una cifra bastante diferente (la nueva medida era un 4% más pequeña que la original).
A pesar de ser pequeña, esta diferencia nos plantea una importante incógnita ya que cualquiera de las dos cifras podría ser correcta. Supongo que la conclusión final sería que nuestro conocimiento sobre electrodinámica cuántica no es tan correcto como pensabamos.
El Brontosauro no es un dinosaurio, en realidad nunca lo fue
Si pensamos en una bestia gigante que come árboles y tiene el cuello largo, seguramente nos imaginemos un brontosauro. Sin embargo, técnicamente, el brontosauro es el resultado de la combinación de dos dinosaurios: el apatosauro y el camarasauro.
Esta idea errónea comenzó en el período en la edad dorada conocido como la Guerra de Los Huesos. Durante esa época, los paleontólogos Othniel Charles Marsh y Edward Drinker Cope estaban enemistados por problemas asociados a evidencia sobre dinosaurios.
En 1877, durante el pico del conflicto, Marsh descubrió un esqueleto parcial al que desafortunadamente le faltaba la cabeza, y lo llamó Apatosauro. Para poder terminar con la réplica, utilizó el cráneo de otro dinosaurio llamado camarasauro.
Dos años después, cuando Marsh descubrió otro esqueleto all que llamó Brontosauro pero en realidad era un Apatosauro más completo.
A pesar de que los científicos descubrieron el error en 1903, el Museo Carnegie no reemplazó las cabeza del esqueleto hasta 1979.
|