Las personas que sufren de problemas digestivos crónicos sabrán que tener un malestar estomacal no es nada divertido, pero los efectos a largo plazo de los problemas intestinales pueden ser incluso peores de lo que esperabas. En los últimos años, la ciencia alumbró mucho sobre nuestro sistema digestivo, y uno de los temas más candentes de la medicina hoy en día es el microbioma intestinal, es decir, todos los microorganismos benéficos que viven en nuestro intestino y nos ayudan tanto.
Los científicos de todo el mundo ahora creen que lo que comes y las bacterias que promueves en tu intestino pueden afectar cualquier cosa, desde alergias a enfermedades del corazón y todo lo que se encuentra entre medias.
1. Un intestino poco saludable puede promover enfermedades del corazón
No es ninguna noticia que la enfermedad cardíaca esté relacionada con niveles altos de colesterol, pero solo recientemente los científicos de la Escuela de Medicina de Harvard descubrieron la conexión entre un intestino poco saludable y niveles altos de colesterol en la sangre. Se descubrió que ciertos tipos de bacterias intestinales hacen que sus vasos sanguíneos absorban más del colesterol no saludable del intestino a la sangre. El exceso de colesterol conduce a la formación de placas en los vasos sanguíneos y causa enfermedades cardíacas. Sin embargo, no está claro qué cepas de bacterias afectan la absorción de colesterol.
Lo que está claro es que los alimentos ricos en fibra y suplementos de fibra, como las cáscaras de psyllium y las semillas de lino, pueden reducir la absorción del colesterol en la sangre hasta en un 25%. Es por eso que siempre es una buena idea combinar los alimentos ricos en fibra con alimentos con alto contenido de colesterol, como la carne roja y los huevos, o suplementar la fibra si sabes que tu dieta contiene muchos alimentos con alto contenido de colesterol.
2. Tu salud mental depende de tu salud intestinal
Tus intestinos comparten algunas terminaciones con una gran cantidad de tejidos nerviosos que regulan tu digestión y se comunican con tu columna vertebral y tu cerebro. Estos nervios a menudo se denominan cerebro intestinal, pero el término científico es en realidad el de sistema nervioso entérico.
Se sospecha que este cerebro intestinal regula los niveles de ansiedad y estado de ánimo mediante el intercambio de señales químicas llamadas neurotransmisores con tu cerebro. De esta manera, lo que comes y cómo tus intestinos digieren los alimentos puede influir en tu estado de ánimo.
Pero también va más allá de eso, ya que los científicos ahora creen que un intestino insalubre y una mala alimentación pueden causar depresión y trastornos de ansiedad. En varios estudios, hubo una marcada mejoría de la ansiedad y los síntomas depresivos después de que a los pacientes se les administraron suplementos probióticos.
Incluso si no sufres de ansiedad o depresión, puedes utilizar la conexión intestinal y cerebral, ya que un artículo de revisión de 2016 sugiere que los alimentos fermentados (es decir, alimentos ricos en probióticos) pueden aumentar las capacidades cognitivas y el estado de ánimo de una persona.
3. ¿Pueden los problemas intestinales ser una causa de obesidad?
No es ningún secreto que comer demasiado alterará tu sistema digestivo y hará que aumentes de peso, pero hay otra manera en que una mala dieta puede hacer que tengas sobrepeso.
En un estudio de revisión reciente, los autores resumen que nuestro amigo de la sección anterior, el cerebro intestinal, a veces puede engañar a nuestros cerebros para que piensen que tienen hambre. El cerebro intestinal se comunica con una glándula situada en el cerebro llamada glándula pituitaria que es responsable de producir hormonas que regulan tu apetito, entre otras cosas.
Por lo general, todo está bien y tu glándula pituitaria producirá las hormonas suficientes para que te sientas saciado después de una comida. Pero cuando algo sale mal con tus tripas, la glándula pituitaria no hará su trabajo correctamente y te sentirás con hambre todo el tiempo, lo que puede llevar a la obesidad.
Para evitar que ocurra este desajuste y para curar tu intestino, es necesario consumir alimentos ricos en probióticos, que se pueden encontrar en alimentos fermentados, como yogures, pepinillos y kimchi. Si deseas obtener más información sobre más alimentos que contienen probióticos, sigue el enlace a nuestro artículo “7 Probióticos que mejoran su salud además del yogur”.
4. Un tracto intestinal poco saludable puede causar alergias
¿Sabías que más del 75% de tus células inmunitarias viven en tu sistema digestivo? Por lo tanto, no es sorprendente que los alimentos que consumes afecten la capacidad de tu cuerpo para combatir todo tipo de gérmenes. Junto con tus bacterias intestinales, las células inmunitarias ayudan a tu cuerpo a resistir las infecciones en todo tu cuerpo, y no solo en el sistema digestivo.
Un ejemplo de esto se puede observar si consideramos las alergias. Ahora se cree ampliamente que la falta de bacterias intestinales beneficiosas puede hacer que las células inmunitarias no puedan distinguir entre las bacterias buenas y malas. Cuando eso sucede, tu sistema inmunológico se activa con compuestos inofensivos y experimentas una reacción alérgica.
De hecho, varios estudios sugieren que los síntomas alérgicos pueden mejorarse enormemente al promover la salud intestinal, como en este ensayo clínico, en el que a las personas alérgicas estacionales se les administraron suplementos probióticos durante 8 semanas, lo que redujo significativamente sus síntomas de alergia.
Por lo tanto, para promover la diversidad de bacterias intestinales beneficiosas y mejorar tu salud intestinal, deberás tener una dieta rica en una variedad de alimentos diferentes, incluidos, entre otros, nueces y semillas, alimentos ricos en fibra, alimentos ricos en probióticos y granos integrales. Para conocer más alimentos que beneficiarán tu salud digestiva, lee nuestro artículo sobre 11 alimentos que son buenos para la digestión.
