La parte comestible de una alcachofa es la yema dentro de la cabeza de la flor antes de que florezca por completo. El tiempo es clave para cultivarlas, ya que se vuelven duras y casi incomestibles una vez que la flor ha florecido por completo. Además, una de las partes más solicitadas es el "corazón", que es la base de donde brotan los otros brotes. En esta ocasión queremos ponerte al día sobre los beneficios para la salud que tiene esta fantástica verdura:
Las alcachofas tienen los niveles más altos de antioxidantes de todas las verduras, que son uno de los principales medios de defensa para el sistema inmune contra los efectos de los radicales libres, que son subproductos naturales del metabolismo celular que pueden conducir a una serie de condiciones peligrosas y enfermedades en el cuerpo. Las propiedades antioxidantes de las alcachofas provienen de varias fuentes, una de las cuales son polifenoles, que se encuentran en grandes cantidades en ellas. Los polifenoles tienen cualidades quimiopreventivas, lo que significa que pueden ralentizar, detener o revertir por completo los efectos del cáncer en cualquier paciente. Su capacidad antioxidante proviene también de otra fuente, sus altos niveles de quercetina y rutina, dos antioxidantes específicos que han demostrado reducir las posibilidades de desarrollar cáncer.
La vitamina C también es un antioxidante conocido y se encuentra en niveles significativos en alcachofas. Se ha demostrado que la vitamina C desincentiva activamente condiciones como la mucositis y la fibrosis, y también reduce las posibilidades de cáncer de mama.
2. Mejoran la salud cardiovascular
Además de sus impresionantes habilidades en la lucha contra el cáncer, las alcachofas también se consideran una adición saludable para el corazón por una variedad de razones. Se ha encontrado que ciertos ingredientes en sus hojas reducen los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentan los niveles de colesterol bueno (HDL o ácidos grasos omega-3). El colesterol es un tipo de grasa que se acumula en las arterias del sistema cardiovascular, bloquea el flujo sanguíneo, aumenta la presión arterial y puede provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares potencialmente fatales. Cualquier método para reducir el colesterol malo vale la pena, así que dale a las alcachofas la oportunidad de mejorar la salud de tu corazón.
3. Regula la presión sanguínea
Las alcachofas son fuentes ricas de potasio, el mineral esencial que tiene un impacto en numerosos sistemas de órganos en todo el cuerpo. El potasio ayuda a neutralizar los efectos del exceso de sodio, que es notorio para aumentar la presión arterial. Las alcachofas, por lo tanto, actúan como un vasodilatador y son particularmente útiles para aquellos que ya están tomando medicamentos para la hipertensión para prevenir los efectos de la deficiencia de potasio. Los diabéticos también son alentados a comer alcachofas para prevenir las complicaciones asociadas con la presión sanguínea y esa enfermedad. Finalmente, una reducción en la presión arterial puede reducir las posibilidades de ataques cardíacos y enfermedades coronarias.
Las alcachofas se utilizaron como tónicos hepáticos durante siglos, pero el mecanismo exacto de su impacto nunca se entendió del todo hasta que la ciencia moderna pudo investigar adecuadamente esta versátil planta. Se ha demostrado que dos antioxidantes encontrados en alcachofas, cinarina y silimarina mejoran la salud general del hígado al reducir la presencia de toxinas y facilitar su eliminación del hígado y el cuerpo. Algunos estudios incluso han demostrado que estos antioxidantes promueven activamente el rebrote y la reparación de las células hepáticas dañadas.
Las alcachofas son una rica fuente de fibra dietética, que es uno de los alimentos básicos más beneficiosos para mejorar la salud y la funcionalidad del sistema digestivo. La fibra agrega volumen a los alimentos que consumes, lo que ayuda a mantener las deposiciones regulares y disminuye los síntomas de estreñimiento. Además, la fibra puede reducir las posibilidades de una variedad de cánceres de estómago e intestinales, así como hinchazón, calambres, flatulencias excesivas y malestar general. Por otra parte, si tienes problemas con las deposiciones sueltas o la diarrea, la fibra puede absorber el exceso de líquido y formar deposiciones sanas en los pacientes. La fibra también actúa como un equipo de limpieza para el exceso de colesterol LDL, lo que limpia las arterias y reduce aún más las posibilidades de enfermedades del corazón.
6. Remedio contra la resaca
Como se mencionó anteriormente, las alcachofas pueden ser un alivio para el hígado y pueden reducir cualquier bloqueo, así como también reducir los niveles de toxinas en la sangre al eliminarlos rápidamente. Por lo tanto, las alcachofas son una cura perfecta para la resaca. Algunas personas optan por masticar algunas hojas de alcachofa después de una noche de consumo excesivo de alcohol.
7. Previente malformaciones en el embarazo
Las alcachofas ayudan a las mujeres embarazadas a tener hijos sanos y bien formados, ya que los altos niveles de ácido fólico que se encuentran en las alcachofas pueden prevenir defectos en el tubo neural en recién nacidos. El proceso de cierre del tubo neural in vitro requiere una cierta cantidad de folato para que se produzca adecuadamente, por lo que el ácido fólico es una parte esencial de la dieta del embarazo.
8. Aumenta la densidad ósea
Las alcachofas son uno de los mejores alimentos en el mercado para la adquisición de vitaminas y minerales como magnesio, fósforo y manganeso. Estos minerales son partes esenciales del aumento de la salud y densidad ósea, lo que reduce las posibilidades de enfermedades como la osteoporosis.
9. Acelera el metabolismo
El magnesio y el manganeso son partes esenciales de los procesos metabólicos del cuerpo y se encuentran en gran cantidad en las alcachofas. El magnesio es una parte importante de la síntesis de proteínas en todo el cuerpo, y también optimiza la ingesta de calcio en el cuerpo, fortaleciendo aún más los huesos. El manganeso es un poco más complicado que el magnesio, y tiene un impacto en las tasas metabólicas de colesterol, aminoácidos y carbohidratos.
10. Mejora la función cerebral
Hay una serie de aspectos de las alcachofas que las hacen beneficiosas para la salud del cerebro. Su calidad como vasodilatador permite que llegue más oxígeno al cerebro para una función cognitiva elevada. El fósforo, un mineral esencial que se encuentra en las alcachofas, se encuentra en las células del cerebro. Las deficiencias de fósforo se han asociado con una disminución grave de la capacidad cognitiva, por lo que si deseas mantener el cerebro sano y a toda máquina... ¡consume más alcachofas!
Sugerencias para preparar las alcachofas
Antes de cocinar alcachofas, lava y corta las pequeñas espinas que se encuentran al final de las hojas. Además, vigila el exceso de vapor, ya que puede dar sabor amargo. Las alcachofas se pueden cocinar en una fuente de agua a la que también puedes agregar hierbas y especias para darle más sabor. Una vez cocinadas, se pueden comer calientes o frías y también se pueden servir con salsas o como acompañamiento a carnes y pescados.
