¿Eres un buen padre? No intentes responder a esta pregunta todavía, porque la respuesta será superficial y, de hecho, probablemente no podrás responderla hasta que profundices un poco más. Todos los padres quieren saber que lo están haciendo bien, pero para hacerlo debemos hacernos algunas preguntas y responderlas honestamente, sin temor a lo que se revelará.
Estas respuestas nos llevarán a las formas en que podríamos mejorar como padres, por lo que si te sientes preparado, debes responder a las siguientes 10 preguntas. Haz esto de vez en cuando para recordarte cómo ser mejor padre no solo ahora, sino también cuando tu y tus hijos crezcan.
1. ¿Es la crianza de los hijos la máxima de tus prioridades?
¿Dónde clasificas la paternidad en tu lista de tareas más importante? ¿Es la paternidad algo a lo que le dedicas tiempo, o tiendes a descuidar tu rol rutinariamente mientras te involucras en otras cosas, como en tu trabajo? Por supuesto, es importante mantener el equilibrio en la vida y manejar una amplia gama de cosas más allá de la crianza de los hijos, pero ¿qué haces cuando tienes la opción de ver tu programa de televisión favorito o leer un cuento antes de dormir para tus hijos?
Pregúntate: ¿Cómo tu vida ha cambiado desde que te convertiste en padre?, ¿La paternidad es algo que ha entrado en la rutina de tu vida antes de que te convirtieras en padre? De lo contrario, es posible que tengas que cambiar algo en tu rutina para dedicar un poco más de tiempo a tus hijos y hacer de la crianza de los hijos una prioridad.
2. ¿Cuáles son tus objetivos de crianza?
Considera qué recuerdos te gustaría tener dentro de 30 años. ¿Estas memorias incluyen experiencias divertidas con tus hijos o solo recuerdos de tu disciplina y enseñanza? Además, ¿qué recuerdos te gustaría que tuvieran tus hijos? Estas preguntas son solo el comienzo, y hay otras que pueden hacerte comprender cuáles son tus objetivos como padres.
A menudo se nos aconseja moldear el comportamiento de nuestros hijos usando diferentes métodos, pero ¿qué pasa con nuestro comportamiento? ¿Cuánto tiempo inviertes en convertirte en el padre que quieres ser? Trata de pensar si puedes cambiarte y cómo puedes hacerlo para cumplir tus metas que son importantes para ti como padre.
3. ¿Con qué frecuencia dejas a tus hijos solos?
Permitir que tus hijos tengan tiempo a solas no es lo mismo que ignorarlos o descuidarlos: la intención es darles a tus hijos un espacio para aprender, crecer y desarrollarse para que descubran cosas sobre sí mismos, por sí mismos. ¿Pueden tus hijos elegir su propia ropa? ¿Pueden decidir cuánta comida quieren? ¿Quién decide qué hacer antes de irse a la cama?
Piensa por un momento: si dejas una grabadora para registrar lo que sucede en la casa, solo se oirá ordenando a tus hijos, o permitiendo que tus hijos desarrollen un sentido de curiosidad y asombro que los ayude a descubrir quiénes son. Mientras más libertad les des a tus hijos de descubrirse a sí mismos y al mundo que los rodea, menos enfrentarán preguntas tan pesadas cuando sean adultos, y sabrán cuál es su propósito en la vida a una edad más temprana.
4. ¿Cómo es la relación con tus hijos?
¿Con qué frecuencia no haces nada más que divertirte con tus hijos? ¿Hay actividades que disfrutas haciendo juntos regularmente? ¿Son tus hijos personas con las que disfrutas pasar tiempo, o preferirías hacer otras cosas con otras personas? Ten en cuenta que todas estas preguntas te ayudarán a conocer un detalle importante sobre tu futuro en conjunto: cuando la relación con tus hijos pasa por momentos difíciles, tu capacidad para resolverlos dependerá únicamente de la fuerza de tu relación con ellos.
5. ¿Admites tus errores?
Nadie tiene razón siempre, y muchos niños tienen un sentido desarrollado de justicia y un deseo de que todo sea justo, no solo en los juegos. ¿Cómo manejas situaciones en las que te encuentras mal? ¿Crees que como padre no debes mostrar debilidad o admitir un error? Piensa en lo que tus hijos aprenderán, y si no quieres que crezcan y no quieran admitir sus errores, debes enseñarles a hacerlo a través del ejemplo personal.
6. ¿Reflejas las cualidades que te gustaría que tus hijos tengan?
Siguiendo la sección previa, pregúntate si eres un buen modelo para tus hijos; si valoras la cooperación, ¿tiendes a cooperar con sus hijos? Si valoras la honestidad, ¿eres honesto con tus hijos? Los niños aprenden comportamientos de nosotros basados en quiénes somos en lugar de lo que tratamos de enseñarles, así que muestra a tus hijos lo que esperas de ellos en lugar de exigirles y comportarse de la manera opuesta.
7. ¿Conoces a tus hijos?
¿Sabes qué cosas les gustan a tus hijos y qué odian? ¿Sabes en qué áreas les gustaría mejorar? ¿Tienes discusiones sobre ciertos temas que les interesan y les preguntas qué les interesa? Las personas desarrollan intereses a una edad muy temprana, y a medida que crecemos y aprendemos, estas preferencias pueden desarrollarse en direcciones diferentes y más avanzadas. Puedes ayudar a guiar a tus hijos en las direcciones correctas solo si los conoces bien.
8. ¿Con qué frecuencia haces preguntas en lugar de dar órdenes?
En el proceso de criar a los hijos, tanto las preguntas como las instrucciones son importantes, pero es necesario equilibrar estas dos cosas y asegurarnos de que la cantidad de instrucciones que le damos a nuestros hijos no exceda la cantidad de preguntas que hacemos. Cuando los niños son muy pequeños, hay muchas oportunidades para hacer preguntas. Por ejemplo, en lugar de decir: "ponte el abrigo antes de que salgamos de la casa", podrías decir: "cuando miras el tiempo que hace fuera, ¿qué ropa crees que deberías usar?"
Dichas preguntas ayudarán a alentar a sus hijos a expresar sus opiniones, mientras que ordenarles que hagan algo impide esto. Al mismo tiempo, es importante que evites las preguntas retóricas, que de hecho no son diferentes de las instrucciones.
9. ¿Te diviertes con tus hijos?
En la vida rápida y estresante de hoy, es fácil entrar en una rutina de trabajo y no pasar el tiempo suficiente para disfrutar de las personas con las que construimos nuestras vidas. ¿Cuándo fue la última vez que te reíste con tus hijos? ¿Recientemente has hecho tonterías por diversión, o pasas la mayor parte del tiempo frente a la televisión o la computadora? Dentro de unos años tú y tus hijos no recordaréis los programas que visteis o la cantidad de amigos que tuvisteis en Facebook, sino los momentos dulces juntos cuando les hiciste cosquillas tontas o construisteis una fortaleza con los cojines del sofá.
10. ¿Cómo te ven tus hijos?
¿Cómo crees que tus hijos te ven como padre? Por supuesto, no se puede saber la respuesta a esta pregunta, pero es una gran pregunta para nosotros mismos. ¿Tus hijos te ven como una persona cercanas a ellos, con quien pueden hablar sobre todo y que es buena persona? ¿O te consideran una persona directa, rígida y controladora? Ahora pregúntate, ¿esta es la forma en que deseas que tus hijos te vean? Si la respuesta es no, es hora de cambiar tu actitud hacia ellos.
