¿Qué es lo primero que haces al llegar a un restaurante? ¿Miras la lista de vinos y después ordenas la comida? Si ese es tu caso, cambia, pues para disfrutar de una explosión de sabores en ambos casos, primero debes decidir qué vas a comer, y luego escoger el vino adecuado para acompañar tu alimento.
Cuando decidimos cuál es la mejor combinación de comida y vino, debes estar concentrado en elegir las mejores características de cada vino. Generalmente hablando, un pescado acompañado por un vino seco blanco es una combinación celestial, pero esta combinación de vino no es aconsejable si lo que quieres es comer carnes rojas. Otra buena combinación que probablemente te gustaría evitar es escoger un vino agrio como el Cabernet Sauvignon y combinarlo con comidas agrías, ya que estarías multiplicando su agridez. Mientras tomas tu decisión, ten en cuenta que el vino debe tener una acidez más alta que la comida has solicitado, de lo contrario su sabor será muy simple.
Si aún no estás seguro sobre qué vinos funcionan mejor con los diferentes alimentos, esta guía te ayudará a tomar la mejor decisión.
1. Vino con aperitivos
Cuando planeas reunirte con amigos, un buen vino no puede faltar en este tipo de eventos. Como regla general, debes tener en cuenta lo siguiente:
Entrantes - Los vinos blancos secos tales como Pinot Gris (Grigio), Chenin Blanc, Sauvignon Blanc y Pinot Blanc, son la mejor combinación para este tipo de alimentos.
Nueces y Olivas - El vino espumoso es la opción perfecta.
Carnes frías - Las diferentes variedades de uvas blancas son una muy buena opción para acompañar las carmes frías. Prueba el Riesling, Seyval Blanc y Vignoles. El Chambourcin Rosa también combina muy bien.
2. Vino con pasta
El vino blanco generalmente combina muy bien con los platos de pasta, ya que intensifica el sabor de la salsa.
Ensalada de pasta: Los vinos secos se mezclan especialmente bien con las ensaladas de pasta. Opta por el vino Sauvignon Blanc o vinos Chenin Blanc.
Pasta con salsa de crema: Chardonnay y Pinot Blanc son la mejor opción para este tipo de combinaciones comida con vino.
Pasta con pescado: El Sauvignon Blanc y Chardonnay, ambos realzan el sabor del este tipo de pastas.
Pasta con verduras: El Pinot Blanc, Sauvignon Blanc y Viognier son exquisitos con este tipo de pastas. Para una alternativa de color rojo, opta por la variedad de uva Barbera.
Pasta con salsa de tomate: Un vino rojo de uvas ácidas, como Barbera, es perfecto para este tipo de pastas clásicas con salsa de tomate. Alternativamente, puedes optar por una variedad rústica de Sangiovese.
3. Vino con carne y aves de corral
No es ninguna sorpresa que un buen vino tinto con cuerpo combina perfectamente con un bistec perfectamente sazonado. Pero el vino tinto también combina con la carne de venado, pavo, cordero y salchichas. Generalmente, el vino tinto es el compañero perfecto para la carne que se cocina a fuego alto, ya que crea sabores complejos y asertivo que van desde dulces y salados. La grasa en la carne se suaviza en el vino, mientras que las notas terrosas en el vino pone de manifiesto el ahumado de la carne.
Pollo: Las variedades de vino blanco son tu mejor aliado a la hora de realzar los sabores del pollo. El Chardonnay, Vin Gris, Riesling y Chenin Blanc pp son los mejores. Pero si prefieres vino rojo, opta por el Merlot, Pinot Noir o Cabernet Sauvignon.
Pavo: Opta por vinos tintos como el Merlot y Zinfandel. Alternativamente, el Chardonnay de uva blanca combina muy bien.
Pato: Pinot Noir, Merlot y Cabernet Sauvignon realzan los sabores del pato. El vino rosa espumoso también es una buena opción.
Cordero: Vinos tintos como el Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir intensifican el rico sabor del cordero.
Conejo: Barbera, Pinot Noir y Merlot ayudan a realzar los sabores del conejo. Como una alternativa blanca, opta por Riesling.
Salchicha: El vino rosa o el vino espumoso son la mezcla perfecta para combinar con las salchichas, al igual que Barbera y Syrah.
Ternera: Tanto Barbera como el Merlot realzan los sabores de la carne de ternera. El Chardonnay también es una buena opción.
4. Vino y pescados y mariscos
Todos sabemos que el vino blanco es sinónimo de comida de mar. Pero algunos pescados y mariscos saben especialmente bien con la variedad de uvas rojas como el Pinot Noir y Merlot.
Almejas: Opta por un Vino espumoso Sauvignon Blanc o Chardonnay.
Cangrejos y langostas: El vino Espumoso y Chardonnay te dará muchos sabores.
Mejillones: Los vinos blancos como el Chenin Blanc, Pinot Blanc, Pinot Gris y Sauvignon Blanc se mezclan muy bien con los mejillones.
Salmón: El salmón va perfecto con las uvas rojas, y el Pinot Noir es un gran partido. Alternativamente, no te equivocarás con un Sauvignon Blanc y Pinot Gris.
El pez espada: Si el vino tinto es tu opción preferida, opta por el Pinot Noir o Sauvignon Blanc, el Vino espumoso y vino gris también son una opción fantástica para las uvas blancas.
Atún: El Merlot y Pinot Noir, junto con el atún son una mezcla celestial. Aunque no te equivocarás con el Sauvignon Blanc, Chardonnay y vino gris.
5. Vino y postres
Sin duda, el final perfecto para una comida es un buen vino. Un típico vino de postre es el vino con hielo, el cual funciona muy bien con pasteles. El Riesling de cosecha tardía acompañado de un delicioso pastel de chocolate crean una mezcla celestial que te encantará probar.
Tarta de manzana: Los vinos blancos son una buena opción. Prueba una cosecha tardía de Riesling, Muscat o varios vinos de hielo.
Chocolate: Si optas por un vino blanco, puedes probar una cosecha tardía Riesling. Alternativamente, la uva roja Cabernet Sauvignon funciona muy bien.
Crema y pudding: Late Harvest Riesling, Muscat y diversos vinos de hielo mejoran potencialmente su sabor.
La fruta fresca: Un vino moscatel o de cosecha tardía Chenin Blanc son los mejores compañeros de las frutas frescas.
Helados y sorbetes: Lo mejor es tomarlo solo. Sin embargo, un vino de fruta o un licor de frutas pueden funcionar bien.
6. Vino y queso
Mezclar vino y queso con cuidado puede proporcionar los mejores sabores en ambos casos. En los tipos de quesos duros, como el Pecorino, debes optar por un vino que contenga una gran cantidad de taninos, como el Cabernet Sauvignon. Para los quesos cremosos como el Brie, funcionan mejor los vinos que tengan un sabor fresco o afrutado, mientras que para los quesos salados lo mejor es un vino dulce como el Moscatel.
Queso de cabra: El queso de cabra suave está bien con Sauvignon Blanc y los vinos espumosos. Variedades de vino tinto como el Cabernet Sauvignon, Merlot y Pinot Noir son ideales.
Queso de vaca y oveja: El Pinot Noir y Petite Syrah son una excelente opción para los quesos medianos. Para los quesos duros, lo mejor es servirlos con una de las variedades de las uvas rojas como el Cabernet Sauvignon, Syrah Pequeño (Durif), y las opciones de uva blanca como la Chenin Blanc, cosecha tardía Riesling, y Muscat.