Cuando un alimento se parece a otro pero tiene menos proteínas o nutrientes esenciales que el original, debe etiquetarse como "imitación". Esto no se aplica a todos los alimentos similares, solo a aquellos con un valor nutricional reducido en comparación con lo que imitan. Por ejemplo, la carne de cangrejo de imitación debe llevar esta etiqueta porque contiene menos proteínas que el cangrejo real, mientras que las hamburguesas a base de vegetales podrían no necesitarla si mantienen perfiles nutricionales similares a las hamburguesas de carne.
“Bajo” es otro término vinculado a números específicos. Un alimento es bajo en grasas si tiene menos de 3 gramos por porción y bajo en calorías si contiene menos de 40 por porción (o 120 por cada 100 gramos para comidas completas). El término también se aplica a las grasas saturadas, el sodio y el colesterol con sus propios límites detallados. Por ejemplo, para que se etiquete como "bajo en sodio", un alimento debe contener 140 miligramos o menos por porción, mientras que "bajo en colesterol" significa 20 miligramos o menos por porción.
Las etiquetas que afirman que un alimento está "reducido" en un nutriente en particular lo comparan con un producto de referencia del mismo tipo, como un helado de chocolate en comparación con otro. Para calificar, el artículo debe contener al menos un 25% menos del nutriente que el alimento de referencia. Sin embargo, un alimento "reducido" puede no calificar como "bajo". Por ejemplo, una sopa "reducida en sodio" aún puede tener un contenido significativo de sal, solo un 25% menos que la versión original. El alimento de referencia debe estar claramente identificado y los fabricantes deben mantener la documentación para respaldar estas afirmaciones comparativas.
El término “light” considera las reducciones de calorías o grasas en relación con otro producto. Los alimentos en los que más de la mitad de las calorías provienen de grasas deben reducir a la mitad su contenido de grasas para ser etiquetados como light. Para otros, la reducción de calorías en un tercio también califica. Además, la etiqueta “ligeramente salada” indica una reducción del sodio del 50% en comparación con productos similares.
Etiquetas como “alto” o “rico en” indican que un alimento proporciona al menos el 20% del valor diario recomendado de un nutriente por porción. Esto lo convierte en una fuente clave de nutrientes beneficiosos. Por ejemplo, la leche puede estar etiquetada como “alta en calcio” porque proporciona más del 20% de sus necesidades diarias de calcio, mientras que las espinacas pueden ser “ricas en hierro”. Estos términos están estrictamente regulados por la FDA y pueden ayudar a los consumidores a identificar rápidamente los alimentos que son excelentes fuentes de nutrientes específicos al planificar una dieta equilibrada.
Un poco por debajo de “alto”, una “buena fuente” contiene entre el 10 y el 19 % del valor diario recomendado de un nutriente específico por porción. Este término regulado por la FDA ayuda a los consumidores a identificar los alimentos que proporcionan cantidades significativas de nutrientes importantes como vitaminas, minerales, fibra o proteínas.
Términos como “más”, “agregado” o “fortificado” se aplican cuando un alimento incluye al menos el 10 % del valor diario de vitaminas, minerales u otros nutrientes clave específicos. Esta etiqueta solo se aplica a elementos como fibra, proteína, potasio y vitaminas o minerales esenciales. Por ejemplo, la leche puede estar “fortificada” con vitamina D, o los cereales pueden tener hierro “agregado”. Estos términos no se pueden usar para nutrientes como el azúcar o la grasa, y los fabricantes deben mantener los niveles aumentados de nutrientes durante la vida útil del producto.
El término “magro” se refiere específicamente a los productos cárnicos y de mariscos. Indica que el producto tiene menos de 10 gramos de grasa total, 4,5 gramos de grasa saturada y 95 miligramos de colesterol por porción. También existe una designación de "extra magro" para productos con límites aún más estrictos: menos de 5 gramos de grasa total, 2 gramos de grasa saturada y 95 miligramos de colesterol. Estos términos ayudan a los consumidores a identificar opciones de carne más saludables al comprar.
Para que un alimento sea "saludable", debe cumplir con los estándares de bajo contenido de grasa y bajo contenido de grasa saturada, además de contener sodio y colesterol limitados. Además, debe proporcionar al menos el 10% del valor diario de nutrientes como las vitaminas A y C, calcio, proteínas o fibra. La FDA regula estrictamente este término para garantizar que los productos etiquetados como "saludables" contribuyan a una dieta nutritiva general. Por ejemplo, un cereal de desayuno podría calificar como "saludable" si es bajo en grasa y contiene suficiente fibra y vitaminas, mientras que es moderado en sodio y azúcares agregados.
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La FDA no ha establecido una regla oficial para la palabra "natural". Sin embargo, generalmente significa que no se ha agregado nada artificial o sintético al producto que no se esperaría normalmente. Si bien esta etiqueta sugiere simplicidad, siempre es recomendable leer más para comprender qué contiene.
Por ejemplo, los alimentos "naturales" aún pueden contener azúcares, sodio o aceites agregados, y el término no indica nada sobre el valor nutricional o los beneficios para la salud de un alimento. La falta de una regulación estricta para este término significa que los consumidores deben prestar especial atención a la lista de ingredientes en lugar de confiar únicamente en la afirmación "natural".