Cada año, la ciencia nos acerca a la comprensión de los misterios del mundo que nos rodea, e incluso de nuestro interior. Cuanto más aprendemos, más ampliamos los límites de lo que sabemos.
Los descubrimientos realizados en 2024 abarcan campos tan diversos como la astronomía, la biología y la inteligencia artificial, y cada uno aporta algo nuevo. Desde océanos ocultos en lunas distantes hasta avances en el funcionamiento de nuestro cerebro, estos hallazgos son tan fascinantes como impactantes.
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Si bien algunos descubrimientos revelan nuevas posibilidades de vida más allá de la Tierra, otros ofrecen esperanza para abordar enfermedades y mejorar la salud humana. Veamos algunos de los avances científicos más fascinantes del año.
Durante décadas, se pensó que los océanos de la Tierra eran únicos, pero los descubrimientos recientes han cambiado radicalmente esta creencia. La luna Europa de Júpiter insinuó por primera vez la existencia de océanos ocultos en la década de 1980, cuando extrañas señales eléctricas sugirieron un vasto océano de agua salada debajo de su corteza helada. Esta revelación dio origen a la misión Europa Clipper de la NASA, que se lanzó en octubre de este año para estudiar el océano de Europa y evaluar su potencial para la vida. En 2024, salieron a la luz más pruebas que ampliaron esta lista de cuerpos celestes. En febrero se descubrió que la luna Mimas de Saturno tenía un océano enterrado, seguida por la luna Miranda de Urano en octubre.
Estos hallazgos no se refieren solo al agua. La vida tal como la conocemos depende del agua líquida, lo que convierte a estas lunas en candidatas intrigantes para albergar formas de vida microbianas o incluso más complejas. El descubrimiento de múltiples lunas oceánicas ha ampliado el alcance de dónde podríamos encontrar vida dentro de nuestro propio sistema solar, ofreciendo nuevas y emocionantes posibilidades para la exploración futura.
Si bien el envejecimiento parece un proceso gradual, los científicos han descubierto que ocurre en ráfagas. Este año, una investigación identificó dos fases críticas: una alrededor de los 44 años y otra a los 60. Un estudio en el que participaron 108 voluntarios hizo un seguimiento de los cambios en su bioquímica y reveló que el envejecimiento de la mediana edad implica cambios en la función cardiovascular y en la forma en que el cuerpo procesa el alcohol, las grasas y la cafeína. Cuando las personas llegan a los 60 años, los cambios en la regulación inmunológica y el metabolismo de los carbohidratos pasan a ser el centro de atención.
Estos estallidos de envejecimiento parecen combinar factores biológicos y de estilo de vida. El estrés, la dieta y otros hábitos probablemente exacerben estos cambios naturales. Los expertos sugieren que comprender estas fases podría ayudar a desarrollar intervenciones específicas para mejorar la salud durante estos períodos cruciales. Estos hallazgos desafían nuestra percepción del envejecimiento, mostrando que no es un declive lento sino una serie de cambios rápidos que afectan a nuestros cuerpos.
La inteligencia artificial ha revolucionado nuestra comprensión de las proteínas, los componentes básicos de la vida. Utilizando un modelo de IA llamado AlphaFold2, los investigadores han cartografiado las estructuras de más de 200 millones de proteínas, una tarea que habría llevado décadas utilizando métodos tradicionales. Este logro, celebrado con el Premio Nobel de Química, abre nuevas puertas en la bioquímica.
Comprender las estructuras de las proteínas es crucial para abordar enfermedades como el párkinson y la malaria. Con modelos precisos, los científicos pueden estudiar cómo interactúan las proteínas e identificar formas de contrarrestar procesos nocivos. La capacidad de AlphaFold2 para predecir estructuras ha hecho avanzar la investigación sobre la resistencia a los antibióticos, los trastornos neurológicos e incluso el cáncer. Los expertos en salud señalan que este avance ofrece conocimientos sin precedentes sobre la bioquímica, proporcionando herramientas para diseñar tratamientos específicos para enfermedades complejas.
El control de la salud dio un paso adelante con TrueLoo, un asiento de inodoro con tecnología de inteligencia artificial desarrollado por Toi Labs. Este innovador asiento parece común pero utiliza sensores ópticos para analizar las heces y la orina, ofreciendo datos de salud en tiempo real. Actualmente se utiliza en más de 50 residencias para personas mayores y rastrea cambios sutiles en los desechos para detectar posibles problemas de salud de forma temprana.
Se está desarrollando una aplicación fácil de usar para TrueLoo, para que las personas puedan acceder a sus propios datos. Los expertos creen que esta tecnología podría revolucionar la atención preventiva al detectar de forma temprana afecciones como trastornos digestivos y enfermedades crónicas. Un control continuo como este puede convertirse algún día en un elemento básico de la atención médica personal, cambiando la forma en que abordamos el bienestar.
Las pruebas de detección del cáncer colorrectal a menudo disuaden a las personas debido a procedimientos invasivos como las colonoscopias. Este año, Guardant Health presentó la prueba Shield, un método de detección basado en sangre aprobado por la FDA. A diferencia de las pruebas tradicionales, Shield analiza muestras de sangre para detectar tejido canceroso con una precisión del 83%.
El cáncer colorrectal es una de las principales causas de muerte por cáncer en el mundo, pero millones de personas que cumplen los requisitos se saltan las pruebas de detección. Los expertos creen que hacer que el proceso sea menos invasivo podría salvar innumerables vidas. La simplicidad de la prueba Shield fomenta la realización de pruebas de rutina, lo que permite la detección y el tratamiento tempranos, que son fundamentales para mejorar las tasas de supervivencia. Esta innovación ofrece un avance prometedor en la lucha contra el cáncer.
Este año se produjeron avances significativos en la comprensión de la formación de la memoria, gracias a una nueva investigación sobre la traducción dendrítica. Este proceso implica ráfagas de producción de proteínas en las ramas neuronales, que son esenciales para la formación y el almacenamiento de recuerdos. Los científicos utilizaron herramientas avanzadas para descubrir mecanismos reguladores previamente desconocidos que impulsan esta actividad.
Estos hallazgos tienen implicaciones de largo alcance. Los expertos señalan que comprender la traducción dendrítica podría conducir a mejores tratamientos para trastornos relacionados con la memoria, como el Alzheimer. Además, la investigación amplía nuestro conocimiento sobre cómo se forman, almacenan y recuerdan los recuerdos, proporcionando una comprensión más profunda de los complejos procesos del cerebro.
Los investigadores han vinculado el gen ASTN2 al trastorno del espectro autista (TEA), revelando su impacto en el desarrollo cerebral. La investigación mostró que la eliminación de este gen en ratones condujo a comportamientos comúnmente asociados con el autismo, como una interacción social reducida y un aumento de la hiperactividad.
Estos hallazgos arrojan luz sobre las bases genéticas del TEA y proporcionan una base para estudios posteriores. Los profesionales de la salud creen que la comprensión de genes como el ASTN2 podría mejorar el diagnóstico temprano y conducir a terapias mejor dirigidas. Este avance ofrece esperanza para las personas con autismo y sus familias al allanar el camino para futuros avances en el tratamiento.
La vitamina A se ha asociado durante mucho tiempo con la visión y la salud inmunológica, pero una investigación reciente descubrió su papel inesperado en la reparación de heridas. Los científicos descubrieron que las células madre del folículo piloso dependen del ácido retinoico, un derivado de la vitamina A, para promover la curación al adoptar temporalmente rasgos de otros tipos de células.
Este descubrimiento también abre posibilidades intrigantes con respecto al papel de la vitamina A en el tratamiento del cáncer. Los expertos sugieren que comprender este proceso podría conducir a nuevas terapias tanto para el cuidado de heridas como para la supresión del cáncer. Los hallazgos abren nuevas vías para explorar cómo las vitaminas influyen en el comportamiento celular de formas que antes se pasaban por alto.
El impulso de comer puede ser más simple de lo que pensábamos. Los investigadores identificaron tres neuronas específicas en ratones que vinculan las señales de hambre con los movimientos de la mandíbula. La activación de estas neuronas suprimía el apetito, mientras que su inhibición provocaba una masticación compulsiva, lo que demuestra que el hambre puede funcionar como un proceso similar a un reflejo.
Otros hallazgos revelaron otro tipo de neurona que contrarresta el hambre promoviendo la saciedad. Este sistema dual ayuda a regular los comportamientos alimentarios, equilibrando el hambre y la saciedad. Los expertos creen que esta investigación podría conducir a tratamientos innovadores para la obesidad y otros trastornos metabólicos al dirigirse a estas vías neuronales.
Las moscas de la fruta dependen de feromonas y señales visuales para el cortejo, y la investigación de este año reveló cómo adaptan estos comportamientos con el tiempo. En lugar de desarrollar nuevas vías neuronales, las moscas de la fruta readaptan circuitos existentes para integrar nuevos estímulos. Este eficiente sistema permite cambios rápidos de comportamiento sin necesidad de una extensa reestructuración evolutiva.
Si bien el estudio se centra en las moscas de la fruta, ofrece una visión más amplia de cómo evolucionan los comportamientos sociales. Los científicos lo ven como un modelo para comprender la adaptación en otras especies, lo que pone de relieve la notable capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios ambientales.
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Las células cancerosas emplean estrategias inesperadas para evadir el sistema inmunológico, y una nueva investigación reveló el papel de los glicoesfingolípidos en este proceso. Estos lípidos actúan como un escudo, ocultando señales inflamatorias que de otro modo alertarían al sistema inmunológico.
Al interrumpir la producción de glicoesfingolípidos, los científicos descubrieron que las células cancerosas se volvían más vulnerables a las respuestas inmunológicas. Este descubrimiento ofrece vías potenciales para mejorar los tratamientos de inmunoterapia, haciéndolos más efectivos para atacar cánceres agresivos. Los expertos señalan que comprender el metabolismo de los lípidos podría conducir a avances revolucionarios en el tratamiento del cáncer.