La depresión perfectamente oculta (PHD, por sus siglas en inglés) es un tipo de depresión que puede ser particularmente difícil de identificar, tanto para la persona que la padece como para quienes la rodean. Exteriormente, alguien puede parecer que lo tiene todo bajo control (una carrera exitosa, una vida social próspera), pero en el fondo puede haber una profunda lucha emocional.
A menudo, quienes padecen PHD no cumplen con los criterios clásicos de depresión e incluso pueden no ser conscientes de la magnitud de su propio dolor. Los expertos enfatizan que reconocer ciertos comportamientos y rasgos es crucial para comprender esta condición oculta. Reconocer estos indicadores sutiles puede ser el primer paso para ofrecer apoyo antes de que la lucha se vuelva abrumadora.
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Ser impulsado por el perfeccionismo significa más que simplemente esforzarte por hacer lo mejor posible: es un crítico interno constante que nunca descansa. No estás satisfecho a menos que todo lo que haces sea impecable, especialmente en las áreas que más valoras. Aunque te rías de las pequeñas imperfecciones, cuando se trata de cosas que realmente importan, no exiges nada más que la perfección.
Esta presión interna, a menudo invisible para los demás, te mantiene nervioso. Según los expertos en salud mental, esta necesidad de éxito constante enmascara sentimientos más profundos de vergüenza, ya que te preocupas secretamente por no estar a la altura de las expectativas.
Te enorgulleces de ser confiable, siempre eres el primero en dar un paso adelante en tiempos de crisis, ya sea en el trabajo o en las relaciones personales. Si bien este sentido del deber a menudo se considera una fortaleza, también puede convertirse en una carga. Es posible que te encuentres asumiendo más de la parte que te corresponde de responsabilidad, a menudo culpándote a ti mismo cuando las cosas van mal, incluso si no eres completamente culpable. Esta tendencia a internalizar la culpa puede dejarte vulnerable y expuesto a la manipulación, ya que es más probable que aceptes la responsabilidad sin cuestionar el panorama general.
A muchas personas que experimentan depresión oculta les resulta difícil expresar emociones como la tristeza, la ira o la decepción. Es posible que incluso te des cuenta de que hablas de tus dificultades personales con una sonrisa, sin dejar ver nunca lo profundamente afectado que estás. Los psicólogos señalan que esta evitación de las emociones negativas crea una desconexión con tus sentimientos. Cuando intelectualizas en lugar de expresar tu dolor, mantienes oculto tu mundo emocional, lo que puede llevarte a una creciente sensación de distanciamiento de ti mismo y de los demás.
Tu necesidad de control te mantiene constantemente alerta. Ya sea microgestionando tareas o preocupándote por lo que podría salir mal, la incapacidad de relajarte está siempre presente. Y mientras esta ansiedad hierve a fuego lento bajo la superficie, te esfuerzas por asegurarte de que nadie lo note. La gente puede incluso admirar tu exterior tranquilo y sereno, sin darse cuenta de la tormenta interna. Los profesionales de la salud mental dicen que esta preocupación oculta puede impedirte vivir el momento mientras te concentras en gestionar el caos de tu cabeza.
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Es natural sentirte bien después de completar tareas o alcanzar una meta, pero cuando el logro se convierte en la única forma de sentirte valioso, se vuelve problemático. Es posible que descubras que tu sentido de valía depende completamente de lo que logras, lo que deja poco espacio para la autoestima fuera del trabajo o las responsabilidades. Los expertos dicen que este enfoque constante en la productividad distrae de enfrentar sentimientos más profundos de incompetencia. Sin logros en los que apoyarte, es posible que tengas dificultades para encontrar lo que realmente te brinda alegría y satisfacción.
Tu preocupación por los demás es genuina, pero rara vez te sinceras sobre tus propias luchas. Puedes ser la persona a la que todos recurren en busca de apoyo, pero mantienes tus propios sentimientos bajo llave. Los profesionales de la salud mental señalan que, si bien este cuidado por los demás es admirable, crea un muro que impide conexiones emocionales más profundas. Al ocultar tus vulnerabilidades, te aíslas, dejando a las personas más cercanas a ti inconscientes de tu dolor interior, lo que conduce a la soledad.
Compartimentar las emociones es un mecanismo de afrontamiento común, pero para quienes padecen una depresión perfectamente oculta, puede volverse excesivo. Puedes dejar de lado los sentimientos dolorosos, convenciéndote de que no son importantes o de que otros la pasan peor. Los psicólogos advierten que reprimir los traumas o abusos pasados no borra su impacto. Este rechazo de tu propio dolor puede impedirte abordar y sanar las heridas pasadas y presentes, lo que te deja con un lastre emocional sin resolver.
Si bien la gratitud es importante para el bienestar mental, quienes padecen una depresión perfectamente oculta a menudo la llevan al extremo. Se sienten culpable si no son constantemente positivos o agradecidos, y se convencen de que reconocer cualquier dolor emocional sería egoísta. Los expertos en salud mental señalan que esta positividad rígida se convierte en una trampa que te impide ser compasivo contigo mismo. Esta necesidad incesante de “contar nuestras bendiciones” hace difícil reconocer que el cuidado personal y la expresión emocional son tan importantes como la gratitud.
Profesionalmente, estás prosperando. Pero cuando se trata de relaciones personales, la intimidad emocional se siente como un territorio extraño. Puede que te resulte más fácil sobresalir en el trabajo que conectar a un nivel más profundo con tus seres queridos. Según los psicólogos, esta evitación de la vulnerabilidad en las relaciones puede conducir a conexiones superficiales, donde el enfoque se mantiene en los logros externos en lugar de la satisfacción emocional. Con el tiempo, este desequilibrio puede hacer que las relaciones se sientan transaccionales, con el énfasis puesto en los logros en lugar del apoyo emocional.
Tu vida está estructurada y bien organizada, pero a veces la necesidad de control cruza hacia un territorio poco saludable. Para algunos, esto se manifiesta como hábitos obsesivos o incluso trastornos alimentarios, mientras que otros recurren a sustancias como el alcohol para escapar de la ansiedad subyacente. Según los expertos en salud mental, estos comportamientos ofrecen un alivio temporal, pero pueden reforzar el aislamiento emocional de la depresión oculta. Sin reconocer la ansiedad subyacente, estos mecanismos de afrontamiento pueden agravar los problemas de salud mental de los que estás tratando de escapar.
Fuentes: Dr. Margaret Rutherford, YouTube/TEDx Talks, Psych Central