Un estudio de investigación realizado en la Universidad de Utah reveló que realizar pequeños ejercicios puede tener un impacto sustancial en la salud y la fuerza física. Las mujeres que incorporaron entrenamientos breves y de alta intensidad en su rutina diaria experimentaron una disminución en su índice de masa corporal en comparación con aquellas que no realizaron dichos entrenamientos. Esta tendencia también se observó entre los hombres. Las calorías quemadas durante estas cortas sesiones de entrenamiento pueden provocar una reducción permanente de 200 gramos de peso corporal.
Los entrenamientos cortos y regulares también reducen significativamente la probabilidad de obesidad, ya que el aumento de peso se produce gradualmente y no de una vez. Con un poco de esfuerzo, es posible controlar este proceso gradual de aumento de peso. La clave está en aumentar la intensidad de estos entrenamientos, lo que se ha demostrado que es incluso más efectivo que prolongar las sesiones de ejercicios de menor intensidad.
Otro estudio realizado en 2013 sobre el tema de la obesidad y publicado posteriormente encontró que dividir las sesiones de entrenamiento en segmentos más pequeños puede ayudar a regular el apetito. En este estudio, a un grupo de participantes con sobrepeso se les indicó que realizaran entrenamientos de una hora todos los días, mientras que otro grupo dividió sus entrenamientos en doce sesiones de cinco minutos cada una.
Los resultados revelaron que ambos grupos experimentaron cambios similares en los niveles de proteínas en la sangre responsables de controlar las sensaciones de apetito. Sin embargo, el grupo que realizó entrenamientos más cortos informó sentirse un 32% más saciado a lo largo del día en comparación con el otro grupo. Este estudio sugiere que incorporar sesiones cortas de entrenamiento en las rutinas diarias puede ser un enfoque eficaz para controlar el apetito y el peso.
Estas caminatas cortas pueden no parecer mucho individualmente, pero pueden tener un impacto significativo cuando se acumulan con el tiempo.
A continuación se muestran algunos ejemplos de ejercicios que puedes probar:
1. Ejercicios cortos para tonificar el cuerpo:
Lograr un cuerpo tonificado mediante breves sesiones de ejercicio: para obtener resultados óptimos, se recomienda realizar estos entrenamientos dos o tres veces por semana. Sin embargo, si encuentras tiempo, incorporarlos a tu rutina diaria es aún mejor. Aquí encontrarás dos tipos de opciones de entrenamiento, cada una con una duración aproximada de 5 minutos.
2. Fortalecer los músculos centrales y los brazos con un entrenamiento rápido: esta rutina en particular incluye siete ejercicios que deben completarse de 2 a 5 veces durante el día, dependiendo de su nivel de condición física. Cada ejercicio dura sólo 30 segundos, por lo que en total te ocuparán menos de 5 minutos de tu tiempo.
3. Mejorar la fuerza y tonificación de los músculos abdominales mediante un entrenamiento específico: si buscas fortalecer y tonificar tus músculos centrales, este entrenamiento es ideal para ti.
4. Entrenamiento para el cuerpo y el estómago: este es un entrenamiento un poco más largo en comparación con los demás de nuestra lista; sin embargo, puedes completarlo en solo 10 minutos de tu día.
5. Para las personas que llevan un estilo de vida sedentario, es beneficioso incorporar ejercicios de estiramiento a su rutina diaria. Si bien es importante realizar actividad física vigorosa durante sesiones de entrenamiento más cortas, reservar sólo 5 minutos cada día para estirar puede ser factible y deseable, especialmente para aquellos que pasan la mayor parte del día sentados.
Todos llevamos vidas ocupadas con tiempo disponible limitado; sin embargo, sigue siendo cierto que todo el mundo puede dedicar al menos 5 a 20 minutos al día para hacer ejercicio. Tienes la opción de realizar estos ejercicios recomendados mientras ves la televisión o simplemente antes de darte una ducha. Si te comprometes con esta rutina a diario y muestras perseverancia, descubrirás que estos ejercicios se integran perfectamente en tu vida diaria sin ninguna dificultad.
En última instancia, la elección recae únicamente en tuya: en lugar de lamentarte continuamente por no tener suficiente tiempo, desafíate a ti mismo demostrando que posees varios momentos preciosos cada día que puede dedicar a lo que realmente importa: tu salud.