Formamos diferentes amistades a lo largo de nuestra vida. Durante nuestra infancia, los amigos sirven principalmente como compañeros de juegos. A medida que envejecemos, encontramos amigos con los que podemos compartir nuestros intereses y pasatiempos comunes, así como nuestros secretos y pensamientos sensibles. Como adultos, cuando realmente nos sentimos cómodos con un amigo, tendemos a formar un vínculo profundo con él. Algunos de ellos incluso se vuelven como familia.
Desafortunadamente, incluso la mejor de las amistades puede terminar abruptamente.
La triste verdad es que las rupturas de amistad no se discuten con tanta frecuencia como las rupturas románticas, aunque nos sucede a casi todos. Desafortunadamente, estas rupturas pueden ser confusas y abrumadoras y pueden afectar la salud física y mental de uno. Después de todo, una verdadera amistad es una relación mutua de confianza, afecto y apoyo que juega un papel vital a lo largo de nuestras vidas.
Entonces, ¿cómo afrontamos una ruptura de amistad? Aquí hay algunos consejos útiles que pueden ayudar.
Por lo general, con una pareja romántica, obtenemos algún tipo de cierre después del final de una relación. Eso, desafortunadamente, rara vez es el caso en las rupturas de amistad. El comienzo y el final de las amistades pueden ser bastante repentinos. Y a veces, los participantes no sienten la necesidad de explicar sus motivos. Si alguien terminó la amistad en sus términos, debes tratar de buscar claridad en ellos. Diles que no está tratando de hacerlos cambiar de opinión sobre su decisión. Pero necesitas ese cierre para aceptar esta pérdida y tomar medidas para seguir adelante.
Si fuiste tú quien terminó la relación, por el motivo que sea, entonces debes diagnosticar por qué tomaste esa decisión. ¿Que pasó exactamente? ¿La amistad se estaba volviendo tóxica o poco saludable para ti? ¿Perdiste tu confianza en ellos? ¿Cómo te está afectando realmente esta pérdida? Reconoce todas estas preguntas y tal vez puedes escribirlas todas en papel. Esto te ayudará a procesar mejor tus emociones y llegar a un lugar de aceptación emocional.
Es posible que aún te sientas enojado, herido y triste, pero desarrollar algún tipo de cierre te permitirá eventualmente seguir adelante de manera saludable.
Al igual que una ruptura romántica, una ruptura de amistad puede hacer que nos deprimamos en la cama todo el día. A veces, la pérdida puede descarrilar por completo tu vida y, como consecuencia, puedes comenzar a ignorar las actividades diarias como comer de manera saludable, hacer ejercicio, dormir adecuadamente o incluso ducharte. A medida que el dolor se niega a disminuir, es posible que incluso sientas ganas de no hacer tu trabajo. Todo esto combinado puede tener efectos adversos en tu bienestar mental y físico.
Recuerda lo importante que es comer una comida balanceada y dormir bien por la noche para tu salud en general. Sí, es posible que hacer tus actividades regulares no disminuya tu dolor, pero te harán sentir mejor. Salir a correr un poco o comer una comida saludable hará una diferencia en tu estado de ánimo. Otras actividades como tocar música, leer un libro, hacer una pintura, hablar con algunos seres queridos o pasar un tiempo en la playa también ayudarán. Además, asegúrate de dormir al menos de 7 a 9 horas cada noche.
Inicialmente, hacer todo esto puede ser difícil, ya que es probable que te recuerden constantemente tu ruptura. Pero no te rindas. Estos son pasos pequeños pero importantes para ayudarte a seguir adelante y encontrar algo de calma.
Es posible que te sientas vulnerable e inseguro por la pérdida de esa amistad. Entonces, este es un buen momento para conectarte con algunas de las otras amistades importantes en tu vida.
Las relaciones cercanas requieren trabajo. Haz un esfuerzo consciente para pasar tiempo con los amigos que te apoyan y te aceptan. Asegúrate de estar al tanto de ellos y pregúntales cómo les va de vez en cuando. Tómate un tiempo para tener conversaciones reales y significativas con ellos. Comparte lo que has estado pasando y lo que has estado sintiendo. Cuando perdemos una relación, es importante recordar quién todavía está ahí para nosotros. Darte cuenta de que tienes otros buenos amigos puede hacerte sentir mejor acerca de la ruptura.
Lo más común que hace la mayoría de la gente después de separarse de un amigo es seguir reflexionando sobre el tiempo que pasaron con ellos. Sí, por supuesto, recordarás lo que compartiste con ellos en los primeros días y semanas después de la ruptura y seguramente te sentirás triste. Pero no puedes seguir pensando en ellos hasta el punto en que interrumpan tu felicidad actual.
Una buena forma de acabar con este hábito es eliminar de tu vista cualquier recuerdo de tus días junto a tu amigo: imágenes, textos, regalos o cualquier otro recuerdo. Ahora, no estás fingiendo que la relación nunca sucedió. Así que no tienes que deshacerte de las cosas por completo; simplemente que estén alejadas de tu entorno cotidiano inmediato para que no recuerde la relación en cada momento del día y pueda comenzar el proceso de curación.
Relacionado: Acompáñanos a Descubrir Esta Historia Sobre La Amistad