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El SS Edmund Fitzgerald pasó 17 años surcando los Grandes Lagos antes de hundirse el 10 de noviembre de 1975. El carguero, de 729 pies de eslora, se vio sorprendido por una violenta tormenta durante un viaje en el que transportaba mineral de hierro. Las olas de 7 metros fueron demasiado para el Edmund Fitzgerald, que se partió en dos y se hundió en el fondo del Lago Superior con sus 29 tripulantes.
La causa exacta de la tragedia sigue sin estar clara. Existen varias teorías. Algunas sugieren que el barco estaba sobrecargado, mientras que otras afirman que tenía la proa sobre una ola y la popa sobre otra, lo que provocó que se partiera por la mitad sin apoyo. A día de hoy, el SS Edmund Fitzgerald es el mayor barco hundido en el Lago Superior.
2. El New Connecticut - Lago Erie
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El hundimiento del New Connecticut está relacionado con una historia muy sorprendente. En septiembre de 1833, una mujer llamada Mary Applebee planeaba regresar a su casa en Buffalo, Nueva York, tras visitar a sus parientes en Ohio. Decidió embarcar en la goleta New Connecticut, a pesar de la advertencia de su sobrino, que era capitán de un barco local. El sobrino le advirtió que esperara y regresara a casa en un nuevo barco de vapor que estaba casi terminado.
Mientras navegaba por el lago Erie, el New Connecticut se vio envuelto en una tormenta. Durante la tormenta, el barco volcó. La tripulación consiguió abandonar el barco, pero no había rastro de Mary. Cinco días después, cuando el barco fue rescatado, Mary sorprendió a los marineros cuando subió las escaleras a cubierta. Su aparición fue tan inesperada que algunos de los rescatadores empezaron a gritar asustados.
Mary explicó que había quedado atrapada bajo cubierta cuando el buque se dio la vuelta. Pasó casi una semana con el agua hasta la cintura, sin más sustento que una galleta mojada y una cebolla. Mary y el barco siniestrado fueron llevados a tierra.
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3. La Reserva Occidental - Lago Superior
Cuando el Western Reserve fue botado por primera vez en 1890, fue el primer gran carguero de acero construido para ser utilizado en los Lagos. Los constructores pensaron que su construcción pondría fin a los desastres causados por los fallos del casco. Desgraciadamente, el barco se partió por la mitad en un fatídico viaje por el Lago Superior en agosto de 1892. Las 22 personas que iban a bordo, entre ellas la esposa y los hijos del capitán, lograron escapar a duras penas en dos botes salvavidas antes de que el Western Reserve se hundiera.
Poco después, uno de los botes salvavidas volcó. Sólo dos de sus cinco ocupantes lograron subir al segundo bote salvavidas. La tripulación remó durante horas hasta que el bote salvavidas fue volcado por una ola rebelde a sólo una milla de tierra. De las 19 personas que iban en él, sólo un superviviente, Harry W. Stewart, logró llegar a la playa. A pesar de las duras críticas a los constructores del barco y de una prolongada investigación, no se encontraron fallos en la construcción del Western Reserve.
El SS W.H. Glicher desapareció misteriosamente sólo dos meses después de la pérdida de su buque gemelo, el Western Reserve. El 28 de octubre de 1892, el W.H. Glicher pasó por Mackinaw, Michigan, y nunca más se le volvió a ver. Días después, se encontraron en South Fox Island los cadáveres de dos tripulantes con chalecos salvavidas.
El barco en sí nunca se ha encontrado y la causa de su hundimiento sigue sin estar clara. Algunos barcos de las islas afirmaron haberlo visto, pero nadie pudo asegurarlo debido al mal tiempo y a la oscuridad de la noche.
5. El SS G.P. Griffith - Lago Erie
La mayoría de los 326 pasajeros que embarcaron en el vapor G.P. Griffith en Buffalo, Nueva York, el 17 de junio de 1850, eran inmigrantes procedentes de Inglaterra, Alemania, Irlanda y Escandinavia. El barco se dirigía a Chicago, pero a las 3 de la madrugada se declaró un incendio. La tripulación hizo sonar la alarma de incendios y viró el barco hacia la costa, que estaba a unas 3 millas de distancia.
A sólo media milla de la orilla, el barco encalló en un banco de arena. El fuego se propagó rápidamente y los pasajeros, presas del pánico, empezaron a saltar por la borda para intentar llegar a la playa. Según informa la Buffalo Republic, el capitán arrojó al agua a su suegra, su mujer y su hijo, se lanzó al agua y desapareció con ellos bajo las olas. Sólo unas 30 personas pudieron nadar hasta la orilla. Sigue siendo uno de los desastres marítimos más mortíferos de los Grandes Lagos.
6. El Island Queen - Lago Erie
La historia del Island Queen comenzó en la isla Johnson, cerca de Sandusky (Ohio), que se utilizó para alojar a prisioneros de guerra confederados durante la Guerra de Secesión. En septiembre de 1864, un grupo de confederados, dirigidos por el espía confederado mayor C. H. Cole, secuestró dos vapores de pasajeros: el Philo Parsons y el Island Queen. Su plan era capturar el SS Michigan, que custodiaba la isla prisión.
El mayor Cole no tuvo problemas para entrar en el Michigan, ya que era conocido como un rico comerciante. Fue invitado a bordo tan pronto como llegó. Su plan consistía en drogar el vino que los oficiales tomarían en la cena. Sin embargo, el complot fue descubierto y los confederados tuvieron que huir. Fueron avistados por las fuerzas de la Unión cuando intentaban abandonar el Island Queen y reunirse en el Philo Parsons. Estaban a la vista de tierra cuando las fuerzas de la Unión hundieron su barco.
7. El Goliath - Lago Hurón
Cuando el Goliath emprendió su viaje final de Detroit al Lago Superior en septiembre de 1848, transportaba un cargamento inflamable de madera y heno, así como unos 180 barriles de pólvora. Por ello, no es de extrañar que se produjera un incendio cerca de la bahía de Saginaw, Michigan. El fuego se originó probablemente por las chispas de la chimenea.
La tripulación hizo todo lo posible por extinguirlo, pero el fuego alcanzó la bodega que contenía los barriles de pólvora a unas cinco millas de la costa. La enorme explosión que se produjo se vio y sintió a kilómetros de distancia. El único superviviente del Goliath fue el cocinero del barco, que había huido en un pequeño bote justo antes de que explotara la pólvora.
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