Nuestro enfoque de la salud está basado en la ciencia y es a la vez holístico. Esto significa que, ante todo, creemos en la medicina occidental, pero también pensamos que las prácticas curativas alternativas y complementarias tienen el poder de acelerar la curación y actuar como amplificador de la medicina occidental. El vínculo entre el bienestar mental y el físico es innegable, y nuestra misión es dotarle de conocimientos.
En este artículo, hablaremos de una terapia curativa complementaria conocida como Reiki. Explicaremos qué es, la ciencia teórica que hay detrás de ella y cómo puede beneficiarte.
Los orígenes del Reiki
El Reiki se originó a mediados del siglo XI en Japón. Se basa en las antiguas enseñanzas del budismo tibetano. Según el Reiki, el deterioro físico o emocional está relacionado con una anomalía en el biocampo energético. Para solucionarlo, es necesario renovar el flujo de energía.
La palabra Reiki se compone de dos palabras japonesas: Rei, que significa "sabiduría de Dios", y ki, que significa "energía vital" y que a veces se pronuncia como chi. Puede que conozcas esta palabra por el "tai chi". Esta es la energía que cura.
Un sanador de Reiki actúa como un canal para esta energía. No es el origen ni la fuente de esta energía. En cambio, funcionan como un mediador entre la energía que fluye en el mundo y el paciente. Utilizando sus manos, los sanadores de Reiki transfieren la energía al cuerpo, de forma similar a como la acupuntura promueve el flujo de energía.
El Reiki en la práctica
En la práctica, una sesión de Reiki dura hasta 90 minutos. El terapeuta colocará sus manos directamente sobre partes del cuerpo, o bien se situará por encima. El tratamiento suele (aunque no siempre) centrarse en la parte superior del cuerpo, sobre todo en la cabeza, el cuello y los hombros. Cada postura durará entre 3 y 10 minutos, según la opinión del terapeuta sobre las necesidades del paciente. Normalmente se habla muy poco.
Durante la sesión, el sanador de Reiki puede sentir una sensación de calor o cosquilleo en la palma de sus manos a medida que la energía fluye. Los receptores pueden sentir calor, sensaciones de hormigueo y una profunda relajación. Los sanadores de Reiki explican que la energía deja de fluir por sí sola: no deciden cuánto durará cada postura. Una vez que llega al cuerpo del paciente, va a donde se necesita por sí sola.
Relacionado: Conoce En Profundidad Las Diferentes Terapias Alternativas
Beneficios del reiki
Para convertirse en sanador de Reiki, uno debe pasar por una ceremonia especial de iniciación que abrirá sus canales energéticos. Una vez abiertos, permanecerán accesibles de por vida. Es importante señalar que, aunque se considera espiritual, como la meditación, el Reiki es puramente secular. No tienes que suscribirte a ningún sistema de creencias para cosechar los beneficios de la curación con Reiki.
La curación con Reiki puede ayudar enormemente con la angustia mental y las disfunciones físicas causadas por ella. Favorece la relajación, un mejor sueño, un mejor estado de ánimo e incluso el alivio del dolor, según Everyday Health. También ayuda a acelerar la curación después de una operación, junto con la fisioterapia y la medicación si es necesario.
Su propósito es promover un flujo saludable de energía en todo el cuerpo y promover y poner en marcha las capacidades de autocuración del paciente.
Nuestro cuerpo se mueve constantemente entre el control del sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. El sistema nervioso simpático activa nuestra respuesta de lucha o huida, y está al mando en un estado de estrés, incluso cuando no estamos amenazados. Esto significa que el cuerpo no puede disponer de recursos para la curación y la regeneración.
Una vez que el cuerpo vuelve a estar en un estado de verdadera relajación profunda, el sistema nervioso parasimpático toma el control, permitiendo el descanso, la digestión y la regeneración - todo lo que se necesita para la curación sana.
El objetivo del Reiki es devolver al cuerpo a ese estado, en el que no sólo mejoran el estado de ánimo y el sueño, sino que disminuye la ansiedad diaria y baja la presión arterial.
Existe un pequeño cuerpo de investigación sobre el Reiki, pero los estudios que se realizaron en el pasado no se suman para crear una evidencia científica sólida. Como con cualquier método terapéutico alternativo, depende de a quién se le pregunte. Sin embargo, hay varias teorías interesantes sobre cómo exactamente el Reiki cura el cuerpo y la mente. Aquí compartiremos dos de ellas.
Una teoría se basa en las cargas eléctricas del cuerpo. Todo objeto que funciona con electricidad, como el cerebro y el corazón, tiene un campo magnético. Según esta teoría, la proximidad del campo magnético energético abierto del sanador al llamado campo magnético "atascado" del paciente tiene el poder de arreglar el flujo de energía, del mismo modo que el motor de un coche puede ayudar a arrancar el de otro con cables.
Otra teoría sugiere que hay una base en la física cuántica. Ésta es el estudio de las partículas más diminutas del universo, las que componen los átomos y la luz visible. Incluyen electrones, nucleones y fotones. Los fotones son las partículas que componen la luz y, como toda partícula de este tipo, pueden estar en varios lugares a la vez: pueden ser una onda y una partícula al mismo tiempo, dependiendo de cómo se midan y examinen.
Algunos estudios sugieren que estas partículas pueden ser influenciadas por el pensamiento o la intención, que es lo que hace el sanador de Reiki, según la teoría. Los sanadores de Reiki simplemente reúnen y reorganizan las partículas cuánticas energéticas en el cuerpo del receptor.
Lo esencial
Hay toda una historia y un simbolismo que explorar en el mundo del Reiki, demasiado para contenerlo en un artículo. Pero para concluir, compartiremos los cinco principios de Reiki, como mantras prácticos que puedes llevar contigo en tu viaje diario de sanación.
1. Sólo por hoy, no te preocupes.
2. Sólo por hoy, no te enfades.
3. Sólo por hoy, sé humilde.
4. Sólo por un día, sé honesto.
5. Sólo por hoy, sé compasivo contigo mismo y con los demás.
Esta formulación promueve un movimiento lento y constante a lo largo de la vida. Tomar el día a día y honrar el presente.
