La enfermedad de Parkinson es lo que se conoce como trastorno neurodegenerativo, que es un trastorno progresivo del cerebro o del sistema nervioso periférico. Los temblores en las manos pueden ser el síntoma emblemático de la enfermedad, pero las investigaciones confirman que el Parkinson afecta principalmente a un área específica del cerebro llamada sustancia negra, y no a los nervios individuales del cuerpo.
Según la Fundación de Parkinson, 1 millón de estadounidenses y 10 millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad. Aunque se desconoce la causa específica de la enfermedad, los científicos señalan una variedad de factores de riesgo que pueden aumentar tu riesgo de desarrollar Parkinson:
Etapa uno
Al principio, la enfermedad de Parkinson puede ser apenas perceptible. Una persona puede sentir rigidez o un leve temblor en una mano, pero estos primeros síntomas suelen ser demasiado vagos. Es posible que tus brazos no se balanceen tanto al caminar y que tus piernas se sientan pesadas. Puede sentir que tu habla se vuelve más suave o algo arrastrada, y tu escritura se vuelve más pequeña y más abarrotada.
Los familiares y amigos pueden notar un cambio de postura. También pueden señalar que sus expresiones faciales se han vuelto menos pronunciadas y su rostro muestra poca emoción. En esta etapa, la mayoría de las personas son completamente funcionales y los medicamentos recetados generalmente ayudan a disminuir cualquier síntoma aparente.
Etapa dos
La etapa dos de la enfermedad de Parkinson es la etapa moderada en la que los síntomas comienzan a progresar, pero una persona aún es independiente en sus tareas diarias, aunque algunas actividades complicadas pueden ser un desafío. La progresión a la Etapa Dos es lenta; puede llevar meses o años. En esta etapa, una persona generalmente notará rigidez y rigidez muscular en ambos lados del cuerpo, pero generalmente no tiene problemas para equilibrarse. Los cambios de postura y al caminar se vuelven más evidentes y la persona puede experimentar dificultades para hablar.
La etapa intermedia de la enfermedad de Parkinson es la etapa tres. Por lo general, un paciente tarda entre 3 y 7 años en desarrollar el estadio tres de Parkinson. En esta etapa, los movimientos y el habla de una persona se vuelven significativamente más lentos y uno comienza a experimentar problemas de equilibrio. Cuando empiezas a caminar o necesitas cambiar de dirección, es posible que sientas que tus pies están pegados al suelo. Tus pasos también pueden volverse más pequeños.
La mayoría de las personas son completamente independientes en esta etapa, pero los temblores y la rigidez pueden hacer que algunas actividades, como comer sopa o atarse los cordones de los zapatos, sean un poco molestas. Los medicamentos se pueden recetar en dosis más altas o con mayor frecuencia.
Etapa cuatro
Cuando un paciente alcanza la cuarta etapa del Parkinson, lamentablemente ya no es independiente y necesita ayuda para pararse y moverse, lo que puede implicar un bastón o un andador. Algunos pacientes nunca llegan a esta etapa. Otras actividades diarias pueden volverse significativamente problemáticas debido a temblores, dolor y problemas de postura en todo el cuerpo. Por lo general, una persona tarda una década completa en desarrollar la enfermedad de Parkinson en etapa cuatro.
Etapa cinco
Esta es la forma más severa y debilitante de Parkinson. Los pacientes en esta etapa requieren cuidados y asistencia constantes, ya que la rigidez en las piernas les dificulta o imposibilita caminar. Además de estar confinado a una silla de ruedas o postrado en cama, casi la mitad de los pacientes en esta etapa también experimentan dificultades cognitivas y mentales.
La demencia, la confusión, las alucinaciones y los delirios son síntomas que un paciente puede experimentar en este momento. Los pacientes pueden comportarse de manera irracional porque no pueden pensar con claridad o pueden ver u oír cosas que no existen.
Aunque ciertos síntomas están asociados con etapas específicas de la enfermedad, algunos síntomas pueden aparecer en cualquier etapa o incluso años antes de los síntomas más típicos de la enfermedad de Parkinson. Estreñimiento, babeo, pérdida del olfato, olvido y depresión son solo algunos de estos síntomas. Para leer más sobre estos primeros signos del Parkinson, lee nuestro artículo anterior titulado Cómo detectar el Parkinson: una guía para los primeros signos.
Debido al hecho de que se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, no existen ciertas formas de prevenir esta enfermedad. Algunas investigaciones han demostrado que el ejercicio aeróbico, los niveles más bajos de colesterol, los niveles más altos de vitamina D y ácido úrico en la sangre están asociados con un menor riesgo de Parkinson más adelante en la vida.
Alguna evidencia sugiere que aquellos que toman AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroides) tienen menos probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Finalmente, también hay algunos estudios que muestran que las personas que fuman y consumen bebidas con cafeína en realidad tienen una menor incidencia de Parkinson, pero se necesita más investigación para confirmar esas afirmaciones.
Comparte este artículo con quienes lo encuentren útil.