La vida está llena de altibajos, por lo que es inevitable que pasemos por experiencias que preferimos olvidar tarde o temprano. Afortunadamente, hay varios métodos para entrenar tu mente para hacer frente a los recuerdos negativos de una manera saludable. Aquí te explicamos cómo olvidar un mal recuerdo:
Si te ves sorprendido por un mal recuerdo cuando vas a ciertos lugares o estás rodeado de ciertas cosas, entonces necesitas identificar cuáles son y evitarlas. Evitarlos por completo facilitará la desaparición de tu memoria porque tendrás menos razones para recordar el evento.
Dicho lo anterior, no todos los desencadenantes son completamente evitables. Tal vez simplemente no quieras tener que cambiar tu rutina o dejar de escuchar a tu banda favorita solo porque tu ex terminó contigo la última vez que los escuchaste.
Normalmente, tu primer instinto es intentar evitar pensar en una mala memoria, sin embargo, por contradictorio que parezca, en realidad te viene mejor hacer lo contrario. En lugar de sacarlo de tu mente, permítete recordar lo que pasó y piensa en ello hasta que el recuerdo pierda su aguijón. Eventualmente, simplemente dejarás de pensar tanto en eso. Cuando vuelva a aparecer en tu mente, ya no será tan doloroso. Consuélate con el hecho de que el evento que causó el mal recuerdo ya terminó.
¿Sabías que tu memoria cambia ligeramente cada vez que recuerdas algo? Tu cerebro compensa pequeños huecos en la memoria al reemplazarlos con información falsa. De hecho, puedes aprovechar esto reemplazando las partes malas de una memoria con información diferente. Por ejemplo, si recuerdas haberte sentido asustado y solo, trata de recordar lo que ocurrió para finalmente sentirte mejor.
Nuestros cerebros pueden entrar en surcos de los que es difícil salir. Si tiendes a detenerte bastante en los malos recuerdos, debes entrenar tu mente para cambiar a recuerdos felices. No les des a los malos recuerdos el tiempo suficiente para cambiar tu estado de ánimo o hacerte sentir ansioso.
En el momento en que se te ocurra, cambia tu pensamiento a algo más feliz. Practica el pensamiento positivo hasta que anules automáticamente caer en una rutina mental. Puedes hacer esto combinando un mal recuerdo con uno bueno.
Enséñate a enfocar más tu atención hacia el momento presente, se llama estar atento. Concéntrate en el aquí y ahora, en lugar de detenerte en el pasado o preocuparte por el futuro. Ser consciente, es un gran alivio para el estrés y puede ayudarte a sacar más provecho de la vida. Se trata de dejar ir cosas que no puedes cambiar y simplemente "ser". Presta atención a cómo se siente tu cuerpo aquí y ahora. Presta atención a tus sentidos: ¿qué oyes, ves, pruebas u hueles? No limites tus sentidos a recuerdos pasados.
Puedes aprender algo incluso de la experiencia más horrible, aunque puede llevarte bastante tiempo darte cuenta de ello. Si algún día puedes volver a mirar la situación y ver la sabiduría que obtuviste de ella, es probable que tu mal recuerda pierda algo de su aguijón.
Cada nube tiene un lado positivo, solo tienes que darte cuenta. Las experiencias negativas son una parte inevitable de la vida. Las experiencias difíciles te hacen más fuerte y te hacen apreciar los momentos más placenteros. Sin sentirte mal, no podrías apreciar sentirte bien. Además, siempre debes contar tus bendiciones y estar agradecido por lo que tienes en el momento presente.
Los malos recuerdos tienden a desvanecerse con el tiempo, pero pueden ayudar a acelerar el proceso viviendo lo más plenamente posible y creando nuevos recuerdos positivos para llenar su mente. Pasa más tiempo haciendo las cosas que disfrutas y en compañía de los que te hacen feliz.
Cuantos más recuerdos positivos puedas tener, menos significativos serán los negativos. Intenta ir a lugares en los que nunca has estado antes para que puedas tener experiencias completamente nuevas que no hayan sido contaminadas por el pasado. Viaja a una nueva ciudad o sé un turista por tu cuenta. Si viajar no es para ti, intenta cambiar tu rutina de alguna otra manera. Prueba un nuevo restaurante o invita a todos tus amigos a tu casa a cenar.
Un horario completo y una mente estimulada equivalen a menos tiempo para detenerte en los pensamientos negativos. Sal con más amigos si tiendes a pasar mucho tiempo solo o visita a tu familia con más frecuencia. Lee un buen libro o elige un nuevo pasatiempo. El tiempo que pasas sentado sin nada que hacer, hace que sea más probable que te detengas en los malos recuerdos. Siempre es bueno tener en cuenta la actividad física, así que haz algo nuevo, como fútbol o kickboxing. También puedes intentar caminar una cierta cantidad de kilómetros cada día, o incluso yoga.
Otra cosa a tener en cuenta es la creatividad: dedicar tu energía a crear algo como la pintura, escribir un poema, cantar una canción o terminar un proyecto de manualidades restringirá tu tiempo para pensar en los malos recuerdos. Por último, pero no menos importante, el voluntariado es una excelente manera de ayudar a los demás mientras te quitas la mente de tus propios problemas.
Las sustancias que alteran la mente solo tienden a empeorar todo, especialmente si estás deprimido o ansioso. El alcohol puede aumentar la depresión, la irritabilidad y la ansiedad, al igual que las drogas. El uso de alcohol, tabaco y drogas para olvidar los malos recuerdos a menudo conduce a la adicción, por lo que debe buscar ayuda ahora si este ya es un patrón de comportamiento para usted.
Otras formas de escapismo, como los juegos de apuestas o comer en exceso, también podrían ser perjudiciales para tu salud y, por lo tanto, deben evitarse. Reconocer tales comportamientos es importante.
Estar consumido por pensamientos negativos puede dificultar que te cuides bien, pero si tu cuerpo está en buen estado de salud, puede tener un gran efecto en tu forma de pensar. Come alimentos nutritivos, duerme lo suficiente y haz ejercicio varias veces por semana para mantener a raya tus malos recuerdos.