Cada año, aproximadamente 5,4 millones de personas son mordidas por serpientes, de las cuales aproximadamente la mitad son mordidas por una serpiente venenosa. Las muertes por mordedura de serpiente son relativamente infrecuentes, alrededor de 80,000-140,000 por año, sin embargo, un tercio de ellas quedan con daño permanente en su cuerpo, ya sea una amputación, un daño permanente a los nervios o bien, insuficiencia renal. La mayoría de las mordeduras de serpientes ocurren en los trópicos: América Central y del Sur, África subsahariana y el sur y sureste de Asia, la mayoría ocurren durante el verano, y la mayoría de las víctimas son hombres jóvenes que provocan de alguna manera a la serpiente.
Aquí hay varias cosas a considerar cuando te encuentras con una serpiente:
La mayoría de las serpientes no quieren tener nada que ver con los humanos
La dieta de la mayoría de las serpientes de tamaño mediano consiste en roedores y otros animales pequeños. Debido a que todas las serpientes consumen alimentos al tragarlos enteros, son bastante limitadas en su elección de presas. Los seres humanos son demasiado grandes para que las serpientes venenosas se los coman, y muchas de ellas evitan áreas densamente pobladas. Las serpientes venenosas que se han adaptado a la vida en las poblaciones de los humanos se alimentan de parásitos y no molestan a los humanos mientras no las provoquen. Si ves una serpiente, una buena regla general es dejarla sola y alejarte. Identificar a la serpiente
Muchas serpientes no representan ningún peligro para los humanos, pero las personas ignorantes pueden intentar matarlas para evitar una amenaza percibida. No hay una manera infalible de diferenciar a las serpientes, pero hay algunos atributos identificativos que pueden ayudarte a reconocer si la serpiente que estás viendo es peligrosa:
Las serpientes constrictoras no son venenosas, pero algunas especies pueden representar una amenaza para los humanos. Las constrictoras matan presas envolviendo su cuerpo a su alrededor y usando sus poderosos músculos para aplastarlas, sobre los cuales se las devoran por entero. Las constrictoras más grandes, como las anacondas y las pitones reticuladas, a veces se aprovechan de los humanos, pero incluso no suelen atacar a los adultos. Algunas personas mantienen a las grandes constrictoras como mascotas, lo que podría ser una mala idea, ya que hay varios casos conocidos de constrictoras mascotas que matan a sus dueños.
Entonces, ¿qué debes hacer si ves una serpiente?
Primero, mantén la calma. Toma nota de cómo se ve la serpiente, su coloración, forma y patrones. Si la serpiente está a varios pies de distancia, no te muevas y observa cómo reacciona. Por lo general, una serpiente buscará una ruta de escape en este punto. Si la serpiente se levanta, significa que se siente amenazada y puede estar preparándose para un ataque. Si la serpiente no se aleja, retrocede lentamente.
Si tienes la mala suerte de pisar o acercarte a una serpiente, no tomes precauciones y aléjate rápidamente. Detente solo una vez que hayas creado una distancia suficiente con la serpiente.
No toques a la serpiente, ni siquiera con un palo. No trates de matarla o atraparla. Si te mordió a ti o a alguien cercano, no intentes capturarla. Recordar cómo se veía la serpiente debería ser suficiente para obtener la ayuda que necesitas.
Cuando camines por áreas con césped donde las serpientes puedan esconderse, las botas gruesas y los pantalones largos son una buena idea y pueden ofrecerte cierta protección contra una mordedura de serpiente. Evita el pasto crecido y sé consciente del entorno que te rodea.
Si la serpiente está dentro o alrededor de tu casa, no intentes matarla y no la elimines tú solo. Llama a un profesional.
