Chuletas de cerdo (gruesas): Permítelas reposar en la parte superior de tu cocina hasta que alcancen la temperatura ambiente.
Chuletas de cerdo (finas): recaliéntalas en el microondas.
Cerdo deshilachado (pulled pork): recaliéntalo en el microondas.
Costillas: envuélvelas en papel de aluminio y recaliéntalas en tu horno entre 300 ° F (150 ° C) y 350 ° F (175 ° C).
Carnes a la brasa: cúbrelas con papel de aluminio y calienta en un horno a 350 ° F (175 ° C).
Carne picada: recaliéntala en el microondas, pero detenlo cada 30 segundos para mezclarla bien.
Alitas de pollo: Ponlas a temperatura ambiente encima de tu cocina mientras el horno se calienta. Después, tendrás que cocinarlas en el horno durante unos minutos para revivir sus pieles crujientes.
Pollo a la parrilla: recaliéntalo en el microondas.
Chuletas de cordero: Permite que reposen sobre la cocina hasta que el cordero alcance la temperatura ambiente.
Pastel de carne (rebanada): recalienta toda la rebanada en el microondas, o fríe por ambos lados con una sartén caliente y un poco de aceite.
Pastel de carne (pieza grande): cubre toda la pieza con papel de aluminio y vuelve a calentar en un horno a 350 ° F (175 ° C).
Pollo asado: envuélvelo en papel de aluminio y vuelve a calentarlo a 300 ° F (150 ° C).
Salchicha: recaliéntala en tu microondas.
Bistec: Permite que repose sobre la cocina hasta que alcance la temperatura ambiente.
Pizza, pasta y productos similares
Pizza: congelar la sobrante inmediatamente en una bolsa de plástico después de que hayas terminado de comer. Luego, cuando la quieras terminar vuelve a calentarla en un horno a 425 ° F (220 ° C) recién sacada del congelador.
Pasta: Simplemente recaliéntala en el microondas o cómela en frío.
Pasta al horno: envuélvela en papel de aluminio y vuelve a calentar a 375 ° F (190 ° C).
Pollo a la parmesana: envuélvelo en papel de aluminio y vuelve a calentarlo a 375 ° F (190 ° C).
Berenjena Parmesana: La mejor manera es comerla fría.
Lasaña: envuélvela en papel de aluminio y vuelve a calentarla a 375 ° F (190 ° C).
Macarrones con queso: caliéntalos de la forma en que se cocinaron originalmente: ya sea en un horno a 375 ° F (190 ° C) o en la cocina con un chorrito de leche.
Albóndigas (1 o 2): recalentar en tu microondas.
Albóndigas en salsa: recaliéntalas en una cacerola o en el horno.
Arroz integral: agrega unas gotas de agua al arroz y vuelve a calentar todo en el microondas.
Arroz blanco: agrega unas gotas de agua al arroz y vuelve a calentar todo en el microondas.
Polenta cremosa: agrega un poco de agua para deshacerla y luego caliéntela en la cocina.
Quinoa: agrega unas gotas de agua y vuelve a calentar en el microondas.
Pollo frito: deja que se asiente sobre la cocina hasta que alcance la temperatura ambiente. Nunca recalientes el pollo frito sobrante, ya que se secará de inmediato.
Pescado frito: Deja que se asiente sobre la cocina hasta que alcance la temperatura ambiente.
Falafels: simplemente recalentarlos en el microondas.
Papas fritas: caliéntelas durante un par de minutos en el horno, hasta que se vuelvan crujientes nuevamente.
Frijoles: vuelve a calentar los frijoles en tu microondas, deteniéndolos para removerlos cada 30 segundos, o en una cacerola (con un poco de agua) a fuego lento.
Frijoles refritos: vuelve a calentar los frijoles refritos en tu microondas, deteniéndo para revolverlos cada 30 segundos, o en una cacerola (con un poco de agua) a fuego lento.
Sopas a base de crema: recalentar la sopa en una cacerola, en la cocina, a fuego lento.
Sopas a base de caldo: vuelva a calentar tales sopas en su horno de microondas, deteniéndose para revolver una vez, o en una cacerola a fuego lento.
Pescado: Permite que el pescado se atempere sobre la cocina hasta que alcance la temperatura ambiente.
Marisco: Permite que el marisco se asiente sobre tu cocina hasta que alcance la temperatura ambiente. Si el marisco se mezcla con la pasta o el arroz, retíralo, vuelve a calentar la pasta o el arroz, y luego agrega el marisco nuevamente para calentarlo los últimos minutos.
Verduras asadas: simplemente recaliéntalas en tu microondas.
Vegetales al vapor: recaliéntalos en tu microondas con un poco de agua y tapados.
Papas al horno: Simplemente recaliéntalas en tu microondas.
Puré de papas: recaliéntalo en tu microondas, pero detenlo para mezclarlas cada 30 segundos.
Patatas asadas: simplemente recaliéntalas en tu microondas.
Verduras salteadas: Simplemente recaliéntalas en tu microondas.
Alimentos para llevar populares
Burrito: envuélvelo en papel de aluminio y vuelve a calentarlo a 350 ° F (175 ° C).
Samosas (empanada india): recalentar en el horno a 350 ° F (175 ° C).
Salteado: calentar a fuego alto en una sartén o wok, revolviendo constantemente.
Curry: Recalienta los curris en una cacerola (con un chorrito de agua) a fuego lento o en tu microondas.
Bollo relleno: recalentar en una sartén caliente cubierta con una pequeña cantidad de agua o al vapor en una cesta de vapor.
Arroz frito: recalentar en tu microondas a potencia media, deteniéndolo para mover el arroz en intervalos de 20 segundos.
General Tso: Simplemente recaliéntalo en tu microondas.
Noodles (fideos): vuelve a calentar los noodles en tu microondas, deteniéndo para removerlos a intervalos de 30 segundos.
Pastel de pollo: cubre con papel de aluminio y vuelve a calentar en un horno a 375 ° F (190 ° C). Descubre durante los últimos minutos para hacer que la corteza vuelva a estar crujiente.
Salsa: vuelve a calentar la salsa en una cacerola con unas gotas de agua, asegurándose de revolver con frecuencia.
Frittata: Simplemente cómala fría, de lo contario corres el riesgo de alterar tu estómago.
Pasteles (buñuelos de espinaca, etc.): recalentar en un horno a 375 ° F (190 ° C), sin tapar.