1. Intenta ver el mundo desde la perspectiva de tus hijos
Poder ver el mundo desde la perspectiva de tus hijos es esencial para ser un buen padre, os permitirá, como padres, entender cómo puedes ayudarlos de la mejor manera. Además, esto te dará la capacidad de reconocer que el comportamiento inapropiado por su parte a menudo se relaciona con sentimientos o falta de habilidad en diferentes campos. Esto no significa que tengas que aceptar este comportamiento, solo que debes adoptar una herramienta que te ayude a comprender que hay un significado detrás de estos comportamientos.
2. Fomenta el buen comportamiento y la responsabilidad a través de la atención y el elogio
A los niños les encanta la atención y el elogio sincero: si tus hijos sienten que realmente se preocupan por ellos, en lugar de preocuparse más por controlar su comportamiento, su motivación para comportarse bien aumenta. A menudo puedes olvidar elogiar a tus hijos, pero cuando aprenden a ser responsables, debes asegurarte de estar allí para elogiarlos por las tareas que realizan, como poner la ropa en el cesto, sacar la basura, limpiar su habitación y más.
3. Promueve una vida basada en valores y se un modelo de comportamiento responsable
Muestra a tus hijos las cosas importantes de la vida en función de cómo vives tú y qué tipo de personas quiere que sean tus hijos. Si deseas criar niños educados y responsables, demuéstrales que también te comportas con amabilidad y responsabilidad: presta atención cuando tus hijos lo estén haciendo y felicítalos por ello. Para cada acción o decisión que tomes, pregúntate si así es como deseas que se comporten tus hijos en el futuro.
4. Se flexible cuando sea posible y dales tiempo de juego libre
Ofrece a tus hijos la oportunidad de elegir y evita tratar de controlar sus elecciones a menos que sea por razones de seguridad o legales. Además, el tiempo de juego libre fomenta el desarrollo del pensamiento, la imaginación y las habilidades complejas para la resolución de problemas; mejoran preguntándose "qué pasaría si" y encontrando soluciones alternativas a las situaciones difíciles. Asegúrate de que tus hijos tengan la opción de elegir y que sus tareas no anulen su tiempo de juego libre.
5. Prima los objetivos esenciales sobre los objetivos materiales y enséñeles a compartir
Anima a tus hijos a hacer cosas que promuevan su crecimiento personal, su salud, su capacidad para establecer conexiones significativas y contribuir a la comunidad, en lugar de promover cosas materiales como el éxito económico, la popularidad y la mejora de su imagen. Las personas con metas sustanciales son más felices y tienen más probabilidades de participar en muchas actividades sociales.
Además, la mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que es mejor estar del lado de los donativos en lugar del lado que los necesitan en tiempos de problemas, por lo tanto, desde una edad temprana, pídeles a tus hijos que compartan sus cosas, como refrigerios y juguetes. Haz de compartir un evento especial, muéstrales tu gratitud cuando comparten. Esto les permitirá adoptar este hábito de forma natural.
6. Muestra amor
Expresar amor por tus hijos no solo nutrirá y fortalecerá el vínculo entre vosotros; también puede ayudar y contribuir a la capacidad del niño para establecer conexiones duraderas en la vida adulta. No subestimes el poder de un beso en la mejilla, una caricia del cabello o un abrazo: aprende a reaccionar emocionalmente a tus hijos, diles que los amas y habla con ellos amablemente.
7. Se autoritativo
Los diferentes estilos de crianza se pueden dividir en cuatro categorías principales: autoritativo, autoritario, permisivo y no involucrado. Cada estilo logra diferentes resultados, y en cuanto a la autoridad, se ha encontrado que es la que produce los mejores resultados: los hijos de padres que son así a menudo tienen logros escolares más altos, desarrollan mejores habilidades sociales y evitan comportamientos problemáticos.
Esto significa que no debes tener miedo de hablar largo y tendido cuando se trata de cuestiones clave, junto con expresar tus miedos y sentimientos razonados en la comunicación. Por ejemplo, si tus hijos desean viajar durante el verano con amigos, y no quieres permitirlo, prueba a decir: "no creemos que debas viajar este verano con tus amigos, pero hagamos un viaje juntos pronto, y si todo va bien, tal vez la próxima vez puedas ir con tus amigos".
8. Déjalos equivocarse
En el mundo de hoy se ha convertido en norma dar a los niños premios de participación, incluso si no ganaron en algo. Por lo tanto, permitir que tus hijos fallen cuando están en una crisis o lucha, sin dar premios o regalos, puede ser percibido como negativo a los ojos de la sociedad. Sin embargo, el error puede ser la lección más importante que necesitan aprender, y de hecho, tiene el potencial de llevarlos a desarrollar una mayor productividad y habilidades avanzadas para resolver problemas complejos a lo largo de sus vidas. Entonces, enséñales a tus hijos que el fracaso es parte de la vida, y que no deben temerlo o sentir vergüenza cuando fracasan, sino aprender de los errores y mejorar.
9. Cuídate
El estrés es, con mucho, la epidemia más terrible del siglo XXI, y aunque no se considera una enfermedad clínica, será uno de los factores más influyentes en la salud física y mental de tu hijo. Además, los trastornos del estado de ánimo (y posiblemente el autismo) también pueden estar asociados con el estrés en los padres, tanto antes como después del parto. Por lo tanto, debes encontrar lo que te ayuda a mantenerte feliz y sano: busca una niñera y reserva una noche a la semana para ir al cine, a un restaurante o hacer cualquier otra cosa que disfrutes. Cuidarte es una parte importante del cuidado de tus hijos.
10. Sé paciente
Es importante entender que tus hijos son, en primer lugar, niños, y aunque deseas que asuman la responsabilidad de las diferentes cosas en sus vidas y te ayuden, es bueno recordar que les llevará tiempo comprenderlo. Tu orientación en el camino determinará si tus hijos se convertirán en adultos responsables o no, pero esto debe hacerse de tal forma que los ayude a desarrollar la conciencia de que necesitan participar en las cosas y entusiasmarse con ellas. De lo contrario, tus hijos comenzarán a ver la responsabilidad como un castigo más que como una recompensa, así que elige cuidadosamente tus batallas y recordad que educar a un niño para que asuma la responsabilidad total es un proyecto a largo plazo que no se hará de la noche a la mañana.
