Dos parejas jugaban una ronda de póquer una noche de verano, cuando uno de los maridos, Roberto, accidentalmente dejó caer algunas de sus fichas en el suelo. Mientras se inclinaba para recuperarlos, no pudo evitar notar que la esposa de su amigo Juan, Carolina, le estaba tocando con el pie de una manera muy obvia....
Más tarde, Roberto fue a la cocina a buscar algunos refrescos. Carolina lo siguió y le preguntó: ¿te gusta lo que ves?
Sorprendido por su audacia, Roberto admitió valientemente que bueno, sí, le gustó. Ella le dijo: "Puedes tenerme, pero te costará 5000 dólares." Después de tomar un minuto o dos para evaluar los costos financieros y morales de esta oferta, Roberto le dijo que sí estaba interesado.
Ella le dijo que ya que su marido Juan trabaja las tardes de viernes y Roberto no, por lo que podría ir a visitarla a su casa alrededor de las 16:00 el viernes.
Cuando llegó el viernes, Roberto apareció en la casa de Juan a la hora acordada para hacer el amor con su esposa Carolina y después de pagarle los 5000 dólares van a su dormitorio ytuvieron un buen rato, como Carolina le había prometido. Después, Roberto se viste rápidamente y se marcha.
A la noche, Juan volvió a casa del trabajo. Al encontrar a su esposa Carolina, le preguntó: "¿vino Roberto con mi dinero?"
Con un nudo en la garganta, su esposa respondió: "oh sí, él se detuvo aquí por unos minutos esta tarde".
Su corazón casi se saltó de un latido cuando Juan le preguntó cortantemente: "¿y te dio 5000 dólares?"
Aterrorizada, Carolina asumió que de alguna manera había sido descubierta y después de reunir su mejor cara de tranquilidad respondió: "bueno, sí, de hecho me dio 5000 dólares".
Juan, con una expresión de satisfacción en su rostro, sorprendió a Carolina diciendo: "bien, resulta que Roberto pasó por la oficina esta mañana y me pidió prestados 5000 dólares, pero me prometió que pasaría por aquí esta tarde a pagármelos de vuelta".
