El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Todo lo que comemos debe ser procesado por el hígado antes de que sus nutrientes puedan distribuirse por todo el cuerpo. El hígado tiene una amplia gama de funciones y desempeña un papel vital en una serie de procesos fisiológicos, incluyendo la desintoxicación de la sangre y la función metabólica. Como resultado, la salud de nuestro cuerpo está directamente relacionada con la salud de nuestro hígado.
Aunque el hígado es capaz de reemplazar las células dañadas, si se pierden demasiadas células, es posible que el hígado no pueda funcionar correctamente. Existen varios malos hábitos que son parte de nuestra vida cotidiana que puede aumentar el riesgo de daño hepático y dolor. Es posible que ni siquiera nos demos cuenta, ya que el daño puede ser gradual sin síntomas evidentes. Sin embargo, durante un período de tiempo, estos hábitos pueden causar graves daños a su hígado, poniendo tu vida en peligro.
Así que, echemos un vistazo a algunos de los malos hábitos comunes que pueden dañar tu hígado.
El consumo de alcohol es la causa más común de daño hepático. El alcohol excesivo disminuye la capacidad del hígado para eliminar las toxinas del cuerpo. Esto se debe a que el hígado se distrae de sus otras funciones, y se centra principalmente en la conversión del alcohol en una forma menos tóxica, y esto causa la enfermedad hepática grasa y la inflamación.
Cuando el hígado intenta descomponer el alcohol, la reacción química resultante daña las células del hígado, y después de un largo período de consumo excesivo de alcohol, el daño se convertirá en permanente, causando cirrosis (que conduce a la pérdida de la función hepática). Además, los intentos del hígado para reparar los daños causados pueden conducir a mutaciones del ADN que inician los crecimientos cancerosos.
2. Uso excesivo de medicamentos
Puesto que una de las funciones del hígado es descomponer las sustancias que consumimos, incluyendo medicamentos, suplementos y hierbas, el consumo excesivo de una determinada medicación puede dañar gradualmente nuestro hígado. Este daño puede variar de leve a insuficiencia hepática completa.
Uno de los medicamentos más conocidos que pueden causar daño hepático es acetaminofén, que es comúnmente disponible sin receta y se puede encontrar en muchos remedios para el resfriado y la gripe, así como medicamentos para el dolor prescritos. Esta sustancia es segura en pequeñas dosis, pero puede dañar su hígado si toma demasiado durante varios días.
Ciertos remedios herbarios y suplementos naturales también pueden ser perjudiciales para el hígado en cantidades excesivas. Por ejemplo, una causa bien conocida de toxicidad hepática es demasiada vitamina A. Por eso es de vital importancia comprobar la etiqueta de cualquier medicamento o suplemento para ver si hay alguna advertencia sobre posibles daños en el hígado.
3. Fumar
Fumar es un hábito que debe abandonar si se quiere estar sano. El humo del cigarrillo afecta indirectamente al hígado. Los productos químicos tóxicos que se encuentran en el humo eventualmente llegan al hígado y causan estrés oxidativo que produce que radicales libres dañen las células.
Este estrés oxidativo también puede causar fibrosis, un proceso en el que el hígado desarrolla exceso de tejido, similar al tejido cicatricial, durante su intento de repararse, y con el tiempo, esto puede afectar en gran medida la capacidad del hígado de funcionar correctamente.
4. Privación del Sueño
Un estudio científico encontró que la privación de sueño puede causar estrés oxidativo en el hígado. Otro estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania revela por qué el trabajo por turnos y las personas que sufren de privación del sueño sufren de una serie de problemas de salud. Incluyendo obesidad, enfermedades del corazón y diabetes.
Este estudio encontró que los hígados de los sujetos no estaban procesando la grasa eficientemente, permitiendo que la grasa se acumulara. Además, cuando dormimos, nuestro cuerpo entra en un proceso de reparación. Por lo tanto, debe asegurarse de que obtiene un buen 8 horas de sueño por noche, ya que la falta de sueño arruinará su proceso de eliminación y dañará tu hígado.
La obesidad se ha relacionado con los malos hábitos alimenticios y esto puede dañar tu hígado durante un período de tiempo. La razón de esto es porque demasiado alimentos equivocados provocan el exceso de grasa en el hígado, conocido como NAFLD (enfermedad hepática grasa no alcohólica).
El hígado normalmente ayuda a procesar y regular la cantidad de azúcar y grasa en nuestra sangre, pero en personas obesas, el hígado se vuelve abrumado y comienza a almacenar el exceso de grasas en sus propias células del hígado, ya sea porque no hay otro lugar para ponerlas, o el hígado no ha logrado romperlas. Con el tiempo, si se acumula demasiada grasa en el hígado, el hígado puede inflamarse y las células del hígado pueden ser dañadas.
Alimentos para consumir o evitar
• El consumo de una gran cantidad de alimentos procesados, que a menudo están llenos de conservantes, aditivos, edulcorantes artificiales y aromas expone al hígado en peligro porque son difíciles de digerir y están llenos de productos químicos.
• Los alimentos procesados también están llenos de sal, lo que no sólo aumenta la presión arterial, sino que también puede causar enfermedad hepática grasa mediante la acumulación de líquido en el hígado y causar hinchazón.
• No comer suficientes verduras de hoja, frutas y otros vegetales (que son una gran fuente de antioxidantes), no le dará al cuerpo suficiente vitamina C y E, zinc, betacaroteno y selenio, todo lo cual ayuda a mantener el hígado saludable.
• La vitamina B12, que se encuentra principalmente en la carne, es utilizada por el hígado para ayudar con el flujo de la bilis, por lo que es importante no tener una deficiencia de vitamina B12. Otras vitaminas B también ayudan en el proceso de desintoxicación del hígado, y se pueden encontrar en frutas secas, nueces, yemas de huevo, pescado, arroz integral y legumbres.
Fuente: healthyandnaturalworld
Imágenes: depositphotos