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Existen cientos de razones para hacer una viajar por España, pero los lugares que verás a continuación no están en las rutas más usuales, ni entre los destinos más visitados. Algunos son playas escondidas entre grandes acantilados, bañadas por agua turquesa, otros son pueblos encaramados en algún risco o promontorio y otros son pasajes, paisajes, ríos de color turquesa y lagos bajo tierra. |
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1. Una playa encerrada entre acantilados (Sa Calobra): En su último tramo, el curso de agua "Torrent de Pareis" atraviesa un lecho de cantos rodados hasta desembocar en un mar azul intenso y transparente, todo entre acantilados que alcanzan los 200 metros de altura. Se llama cala de Sa Calobra, un espacio estrecho, de apenas 25 metros de playa. |
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2. Un tubo volcánico que se extiende por seis kilómetros en Canarias
Caminar e internarse en la Cueva de los Verdes supone un viaje a las entrañas de la tierra. Se trata de un túnel natural formado por el Volcán Corona hace unos 5.000 años, al norte de la isla de Lanzarote. De hecho es uno de los túneles más extensos en su tipo (y considerado el tubo de lava más largo del mundo).
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3. Un santuario emplazado sobre una cueva y cascada, en Asturias
La Santa Cueva de Covadonga (Cuadonga en asturiano) es, ni más ni menos, una gruta natural modelada por un curso de agua y cascada que queda en el Monte Auseva y que no ha parado de atraer la atención de los viajeros.
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4. Un pueblo al que se llega por una cueva natural en Asturias
Éste pueblo es otra de las curiosas rarezas de España, ya que para llegar a Cuevas del Agua, hay que pasar una cueva atravesada por un pequeño arroyo junto al camino a lo largo de 300 metros. Cuevas del Agua está cerca de Llanes.
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5. Un recinto amurallado junto a la playa, en Tossa de Mar
Tossa de Mar está en la costa de la provincia de Girona, en la Costa Brava, y posee una de las fortalezas junto al mar más fotogénicas de todo el país, además de estar cerca de pequeñas calas de agua transparente que hacen honor a la buena fama de la Costa Brava.
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6. Una playa tierra adentro, en Asturias
Gulpiyuri es una playa que curiosamente, se encuentra tierra adentro y entre verdes prados. La explicación es que, en una costa de acantilados de origen karst, el mar supo cavar una cueva hacia el interior, al mismo tiempo que un hundimiento (en forma de dolina) dejó un hueco, a 100 metros de la costa, que se conecta con el mar. La cueva, se une entonces con la arena y la “playa interior”, que además, es de una belleza envidiable.
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7. Un paisaje formado por una antigua explotación minera romana, en Castilla y León
La extracción de oro en tiempos romanos dejó una huella notable en éste paisaje de montaña en Las Médulas. Pero la naturaleza se encarga de restaurarlo para desplegar uno de los paisajes de arenas rojizas más bonitos del planeta.
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8. Un río turquesa, en Navarra
Se llama río Urederra, que significa agua hermosa. Nace en el Parque Natural Urbasa Andía dentro de Navarra, y recorre apenas 19 kilómetros hasta desembocar en un afluente del Ebro.
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9. Un bosque húmedo y en la niebla, en Canarias
Es parte de un paisaje reconocido como Patrimonio de la Humanidad, y está en la isla de La Gomera en Canarias. Lo que más llama la atención, es su bosque húmedo, frondoso y casi siempre envuelto por la niebla. Se llama Parque Nacional de Garajonay.
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10. Un paraíso escondido en Asturias (Playa del Silencio)
Para llegar a esta bella playa hay que ir al pueblo de Castañeras y dejar allí el vehículo. Luego, tomar el camino descendente por unas escaleras algo empinadas. El premio, en un recóndito paraíso inalterado, es una porción intacta de costa a resguardo de la especulación inmobiliaria.
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11. Un castillo templario, en Castilla y León
El castillo de Ponferrada se encuentra en la comarca de El Bierzo, sobre una colina desde donde domina las vistas hacia la ciudad. Con varios siglos de historia, el castillo pudo sobrevivir a todo tipo de asedios y amenazas para convertirse en una postal atractiva y legendaria.
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12. Una escalinata sobre el mar
Gaztelugatxe es un islote en la costa agreste de la localidad de Bermeo, en el País Vasco, España. La isla, que emerge como un peñasco, está unida a tierra por un puente con dos arcos y un sendero un tanto enrevesado y espectacular.
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13. Un caprichoso paisaje de arenisca en Navarra
Entre los paisajes de arenisca más curiosos, las Bardenas Reales de Navarra aspiran a quedarse con el título. Un paraje natural semidesértico al sur de Navarra, donde los suelos arcillosos fueron erosionados de un modo magistral por el agua y el viento.
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14. Un pueblo adosado a una roca (Setenil de las Bodegas, Cádiz)
Pareciera que una enorme roca está a punto de desmoronarse y aplastar las casas de Setenil de las Bodegas. El río Guadalporcún, ha modelado un impresionantes tajo a su paso por la ciudad. Y sus habitantes, han decidido no desaprovechar ningún espacio.
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15. Un pintoresco pueblo medieval coronado por un castillo en Cataluña (Miravet)
Miravet es un caserío que parece trepar desde la ribera del Ebro hasta terminar coronado por una muralla y un castillo templario en lo alto de una colina. Se encuentra situado en Tarragona.
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16. Un imponente arco natural de roca en Asturias, España
Se llama Ojo del Buey en la cumbre de Peña Mea, un monte que tiene 1557 metros de altura y una silueta, a causa de su arco, inconfundible.
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17. Un lago subterráneo en Cuevas del Drach (Mallorca)
En la costa este de Mallorca, las Cuevas del Drach son una de las maravillas naturales de la isla, en realidad, cuatro cuevas que se extienden por unos 2,4 kilómetros y 25 metros de profundidad. En una de las cuevas, se encuentra un enorme lago subterráneo (Llac Martel) de 115 metros de longitud.
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18. Un pueblo al borde de un acantilado de basalto
Castellfollit de la Roca es parte del precipicio de basalto, como si estuviera amurallado naturalmente. Su situación es evidentemente, fotogénica por demás.
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19. Playas que parecen piscinas naturales en Menorca, España (Macarelleta y Macarella)
Existen muchas calas y playas, que parecen una piscina natural, en la isla de Menorca. Pero nos quedamos con Macarelleta y Macarella, dos islas que comparten una bahía de aguas calmas donde el color del agua se vuelve turquesa.
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20. Un pueblo medieval al borde de un enorme peñón de roca, en Cataluña
Es uno de los pueblos más bonitos en Cataluña, tanto por su emplazamiento, como por el entorno, con fantásticas vistas hacia el valle del río Siurana y el embalse. Siurana se encuentra en la provincia de Tarragona, agregado del municipio de Cornudella, y se conoce también como Siurana de Prades o de Tarragona.
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