header print

Chiste Del Día: La Confesión

El Redactor: Luisa H.
Padre, perdóneme porque he pecado.
- Dime, hija, ¿cuáles son tus pecados?
- Padre, el demonio de la tentación se apoderó de mí, soy una pobre pecadora.
- ¿Cómo es eso, hija?
- Es que cuando hablo con un hombre tengo sensaciones en el cuerpo que no sé como describir...
- Hija, por favor, yo también soy un hombre...
- Sí, padre, por eso vine a confesarme con usted.
- Bueno hija, y ¿cómo son esas sensaciones?
- No sé cómo explicarlas, por ejemplo, ahora mi cuerpo se rebela a estar de rodillas y necesito ponerme más cómoda.
- ¿En serio?
- Sí, quiero relajarme y quedarme tendida...
- Hija, ¿tendida cómo?
- De espaldas al piso, hasta que se me pase la tensión...
- Y ¿qué más?
 

 

- Siento que tengo un sufrimiento al que no le encuentro cura.
- Y ¿qué más?
- Como que espero un poco de calor que me alivie...
- ¿Calor?
- Calor, padre, calor humano, que lleve alivio a mi padecer...
- Y ¿qué tan frecuente es esa tentación?
- Permanente, padre, por ejemplo, ahora me imagino sus manos sobre mi piel, y eso me da mucho alivio...
- ¡Hija!
- Sí, padre, perdóneme, pero me urge que alguien fuerte me sostenga entre sus brazos y me dé el alivio que necesito...
- ¿Por ejemplo yo?
- Sí, padre, usted es la clase de hombre que imagino me puede aliviar.
- Perdóname, hija mía, pero necesito saber tu edad...
- Setenta y cuatro padre.
- Hija, ve en paz, que lo tuyo es reumatismo... 
Regístrate gratis
Qué quisiste decir:
Al hacer clic en "Unirse", acepta nuestros Términos y Política de privacidad
Regístrate gratis
Qué quisiste decir:
Al hacer clic en "Unirse", acepta nuestros Términos y Política de privacidad